Las visitas al cementerio se caracterizan para ir a ver a los seres queridos que ya no están, para dejarles flores o para asistir a entierros. Pero en el cementerio de Alcoy también surge el interés por conocer a fondo las esculturas, los panteones que hay cerca de la avenida principal o las galerías subterráneas. Con el fin de dar a conocer este patrimonio, la empresa Esbarjo, Educació i Oci organizó ayer una ruta artística, histórica y arquitectónica que estuvo conducida por la historiadora del arte Jacqueline Charrón.

El cementerio de San Antonio, situado junto a la carretera de acceso al parque natural de la Font Roja y enfrente del polideportivo municipal, es el cuarto que se ha creado en Alcoy. El primero se realizó enfrente de la capilla de la Mare de Déu, el segundo estuvo en la iglesia de Santa María, donde actualmente está la placeta El Fossar. En 1812, se construyó el cementerio en San Vicente. Sin embargo, pasadas unas décadas, este camposanto se quedó pequeño así que se adquirieron los terrenos y el ingeniero Enrique Vilaplana fue el encargado de crear el actual cementerio, según explicó Charron. Un cementerio que, junto a la avenida principal, acoge muchos panteones de diferentes estilos. La historiadora del arte fue la encargada de explicar a los presentes los estilos de cada uno de estos monumentos funerarios. El más utilizado, el eclecticismo pero además también neoclásicos o neogóticos. Unos monumentos que fueron creados por arquitectos como Vicente Pascual o Timoteo Briet o maestros de obras como Jorge Vilaplana.

Charrón, al mismo tiempo, fue dando a conocer el significado de varios símbolos que hay en las tumbas, como las antorchas o los cipreses que están delante de los panteones.

Los asistentes también pudieron conocer más sobre las galerías subterráneas que, según dijo Charrón, son únicas en España y el grupo, asimismo, recorrió el cementerio militar y el civil. Toda una visita en la que algunos de los asistentes también preguntaron sobre distintas cosas que les llamaba la atención.

Charrón, al principio de la visita, también subrayó que el cementerio de Alcoy hay que verlo como un museo.