El textil nacional ha perdido 4.673 empresas y 49.900 empleos en los últimos cinco años. La crisis económica se ha cebado de forma intensa con el sector, que sólo en el último ejercicio vio como desaparecían 1.026 firmas y 7.200 puestos de trabajo. Las exportaciones, con todo, salvaron 2011 al aumentar un 12,9% y mantener la cifra de negocio alrededor de los 11.100 millones de euros.

El textil sigue inmerso en su particular travesía en el desierto. Según los datos que acaba de facilitar el Centro de Información Textil y de la Confección (CITYC), el sector ha pasado de las 14.062 empresas que tenía en 2007 a tan sólo 9.389 en 2011, lo que supone la desaparición de un tercio del total.

El empleo tampoco ha ido mucho mejor. Nada menos que 49.900 puestos de trabajo se han perdido en este mismo período, al pasar de 196.500 en 2007 a 146.100 el último año. La cifra de negocio, de igua forma, ha ido en caída libre, puesto que durante estos cinco años ha pasado de 15.668 millones de euros a 11.100. Pese a todo, el descenso registrado en 2011 fue muy moderado, de apenas un 2%, gracias al buen comportamiento de las exportaciones.

De acuerdo con la información facilitada respecto al último ejercicio, la recuperación de la demanda acontecida a lo largo de 2010 continuó en la primera mitad de 2011. Sin embargo, posteriormente fue perdiendo intensidad a causa del menor crecimiento económico y las turbulencias financieras que han afectado con intensidad a la zona euro, experimentándose un fuerte retroceso en la segunda mital del año.

Las exportaciones continuaron siendo básicas para las empresas, ya que el mercado nacional evolucionó de forma negativa debido a la ralentización del consumo, la continuidad de la crisis de la vivienda y las expectativas sobre la evolución de la economía.

Este mayor dinamismo de la demanda exterior quedó reflejado en un crecimiento de las exportaciones del 12,9%, que alcanzaron los 9.650 millones de euros. Los mayores incrementos fueron los de prendas de vestir (14%) y los hilados y tejidos (11%). Las exportaciones que más aumentaron fueron las de los mercados no europeos, aunque la zona comunitaria sigue siendo el principal cliente con un 70% del total. Los principales clientes son Francia, Portugal, Italia, Marruecos y Alemania, que representan casi la mitad de las ventas.

Las importaciones también crecieron en 2011, aunque con menor intensidad (11,9%). Continuó la presencia destacada de los productos asiáticos, casi la mitad del total importado, con China como principal proveedor, seguida de Portugal, Turquía, Italia y Marruecos. A pesar de la preponderancia del suministro asiático, las entradas procedentes de la UE han crecido con intensidad, un 18%, lo que podría reflejar un cierto retorno al suministro de proximidad ante el encarecimiento de los productos asiáticos y las ventajas de tiempo y flexibilidad que caracterizan el aprovisionamiento cercano.

La progresiva reducción de la demanda, en especial en la segunda mitad del año, tuvo una repercusión negativa en la producción y en el empleo sectoriales, que retroceden respecto a los niveles alcanzados el año anterior y que todavía son inferiores a los de 2008, año que significó el punto más alto de la anterior fase expansiva de la economía mundial.

Entre los factores que más han influido en la situación de las empresas destacan las dificultades de acceso al crédito, con la consiguiente afectación en la evolución de las mismas y en el conjunto de la cadena textil, en forma de alargamiento de los plazos de cobro y un aumento de los impagados.