La nieve dejó atrapadas a 92 personas durante 24 horas en el Xorret de Catí de Castalla. La precipitación los sorprendió al mediodía del domingo y tuvieron que pasar la noche en el hotel del paraje al quedar impracticables las dos carreteras de acceso. De hecho, aquellos que intentaron salir tras la nevada tuvieron que desistir al quedar sus coches cruzados sobre la calzada e incluso accidentarse, debido a las placas de hielo. Los afectados, entre los que se contaban una veintena de niños, seis de ellos bebés, no pudieron marcharse hasta ayer, después de la actuación de una máquina quitanieves.

El paraje del Xorret de Catí, situado en el término municipal de Castalla y conocido a nivel nacional por las etapas de montaña de la Vuelta Ciclista a España, recibió el pasado domingo a numerosos visitantes procedentes de toda la provincia que deseaban disfrutar de la nieve que aún se acumulaba en la zona tras las precipitaciones registradas el jueves. La jornada amaneció soleada, y nada hacía presagiar lo que aconteció alrededor de las dos del mediodía, cuando cayó una intensa nevada que en poco tiempo dejó impracticables tanto la carretera de acceso desde Castalla como también la procedente de Petrer.

Las fuertes pendientes existentes en ambos viales y la nieve, que pronto se convirtió en hielo, imposibilitó la circulación de los vehículos. De hecho, aquellos que intentaron salir del paraje, sobre todo por la zona de Petrer, tuvieron que desisitir del intento al ver cómo los vehículos se quedaba cruzados en medio de la carretera e incluso colisionaban unos con otros. Alguno, incluso, se fue por un terraplén, sin que afortunadamente se registrasen desgracias personales.

Así las cosas, nada menos que 92 personas no tuvieron otro remedio que pasar la noche en el hotel ubicado en el paraje, cuyos propietarios se las vieron y se las desearon para atender a tal cantidad de gente, dado que no esperaban tal incidencia. Aparte de proporcionarles habitación, tuvieron que dar de cenar y desayunar a los inesperados clientes. Cabe reseñar que entre las personas que se tuvieron que quedar a pasar la noche había una veintena de niños, seis de ellos bebés. También se contaban tres mujeres embarazadas.

La quitanieves no abrió paso hasta el Xorret de Catí, desde el municipio de Castalla, hasta las doce y media de ayer, lo que provocó las críticas de muchos de los afectados, que no entendían esta tardanza que los obligó a permanecer en el paraje toda la noche y casi toda la mañana. Algunos atribuían este hecho a la falta de acuerdo de los ayuntamientos de Petrer y Castalla con la Diputación sobre el coste de la quitanieves, si bien la alcaldesa de este último municipio desmintió este extremo.

Una vez despejada la carretera, los afectados pudieron abandonar el hotel, aunque algunos de los que el día anterior intentaron abandonar sin éxito el paraje con sus vehículos no tuvieron otro remedio que dejarlos todavía ayer allí, dado que el acceso desde Petrer continuaba impracticable. De hecho, hasta la quitanieves quedó bloqueada en este tramo debido a las placas de hielo que todavía persistían.

La alcaldesa critica la "imprudencia" de varios visitantes

La alcaldesa de Castalla, Maite Gimeno, se mostró crítica con el comportamiento de algunas de las personas que acudieron al paraje del Xorret de Catí en medio de la nevada y cuando la carretera de acceso ya había sido cortada.

Gimeno explicó que pese a que la carretera es competencia de la Diputación, el Ayuntamiento la cortó a las tres y media de la tarde del domingo para evitar problemas. "Sin embargo, mucha gente pecó de imprudente e ignoró la medida, se desplazó hasta el paraje y luego ya no pudo salir", lamentó.

El Ayuntamiento intentó despejar la carretera, "pero llegó un momento, a dos kilómetros y medio del hotel, en que la retro ya no pudo seguir y se nos acabó la sal, puesto que nuestras reservas son para el caso urbano". El Consistorio hizo gestiones ante Conservación de Carreteras para que enviara una quitanieves, "pero nos dijeron que había otras carreteras prioritarias". Al final, y tras nuevas gestiones, la máquina se desplazó ayer. M. V.