Fueron el argumento estrella, junto con los tres nuevos edificios educativos, de la última campaña electoral del PP, pero todavía siguen en dique seco, cuando ha transcurrido hasta medio año de su adjudicación. Son los puentes Santa Rosa-Batoy y Viaducto Zona Norte, ambos pertenecientes al Plan Confianza de la Generalitat Valenciana, que tendrían que estar a todo ritmo, pero cuya construcción no se ha acometido por diversos problemas. El coste de ambas obras se aproxima a los 12 millones de euros.

El gobierno del PP de Jorge Sedano pactó con la Generalitat la contrucción de dos puentes, que servirían para mejorar las comunicaciones en el interior de Alcoy. El que unirá Santa Rosa y Batoy se adjudicó a finales de enero por un importe de 1,7 millones de euros, se puso la primera piedra y, con bastante retraso, se iniciaron las obras; sin embargo, solamente se han podido centrar en los viales de acceso, ya que esta plataforma se va a construir sobre terrenos que son en parte privados. Los propietarios, como recordó ayer el concejal de Espacios Comunes Paco Blay, han presentado una demanda judicial y el suelo deberá ser expropiado, lo que ha impedido que se pueda levantar el puente.

La construcción que unirá el Viaducto y la Zona Norte está adjudicada por 10 millones de euros, tiene la pancarta publicitaria colocada desde antes de las elecciones, pero los trabajos no han arrancado, debido a que la adjudicataria y la Generalitat no han concluido los trámites. "Por parte del Ayuntamiento está todo hecho con respecto a esta obra, pero la Generalitat y la empresa tienen que hacer el acta de replanteo y completar los preparativos", explicó ayer el edil Blay. "En el Ayuntamiento, pensamos que la construcción puede acometerse a corto plazo, pero ya es una cuestión ajena a nosotros" subrayó.

Ambas actuaciones, pero sobre todo la del Viaducto-Zona Norte, vienen de lejos, ya que incluso el Ayuntamiento tuvo que pagar 631.000 euros al arquitecto Santiago Calatrava por un anteproyecto y una maqueta, que el gobierno de la Generalitat de Eduardo Zaplana desestimó financiar. Posteriormente, el gobierno del PP de Alcoy optó por una actuación más modesta, con un puente a nivel del cauce, al que se accederá por los fuertes desniveles del recinto ferial y un vial colindante con el nuevo colegio Miguel Hernández. Este diseño ha sido fuertemente criticado por los grupos que hoy integran el gobierno.