Los túneles del tramo de autovía del Barranc de la Batalla, pendiente de inauguración, pasaron ayer una auténtica prueba de fuego con un espectacular simulacro de accidente que sirvió para evidenciar el buen funcionamiento de los sistemas de seguridad y coordinar la intervención de los bomberos, servicios sanitarios, Guardia Civil y Policía. Todos ellos intervinieron para evacuar y atender a los tres heridos resultantes de una colisión simulada en el interior de uno de los túneles, en una operación que fue seguida a través de los monitores de la recién estrenada caseta de control.

A apenas dos meses de la apertura del tramo del Barranc de la Batalla -el único que queda pendiente para completar la autovía central entre Alicante y Valencia-, se llevó a cabo ayer un simulacro de accidente en el interior del primero de los túneles en dirección a Alcoy, en la zona de la Canal. El objetivo era comprobar el funcionamiento de los sistemas de seguridad, que han tenido que reforzarse para adaptarlos a la nueva normativa europea. La iniciativa, asimismo, iba a suponer una prueba para los distintos cuerpos que intervienen en esta clase de situaciones, con el objetivo de coordinarse y subsanar posibles fallos de cara a un hipotético suceso real.

Realismo, precisamente, fue lo que no le faltó en absoluto al simulacro. La colisión simulada entre dos vehículos se registró a las once en punto de la mañana, con el resultado de dos heridos leves en uno de los turismos y otro grave en el otro. Empleados de la empresa de seguridad de la obra fueron los encargados de meterse en el papel de los contusionados, con una interpretación digna de Oscar. Además, para dotar al suceso de mayor autenticidad, se procedió a destapar botes de humo y a manchar con pintura roja las camisetas de los heridos.

El accidente fue visualizado a través de los monitores situados en la caseta de control -los túneles cuentan con 35 cámaras para vigilar todo cuanto acontece en su interior-, cursándose aviso de inmediato a los cuerpos de seguridad. Arrancando desde sus bases operativas en Cocentaina y Alcoy, cinco vehículos de bomberos y dos ambulancias del SAMU se desplazaron hasta el lugar de los hechos, invirtiendo para ello alrededor de un cuarto de hora. También acudieron efectivos de la Guardia Civil y de las policías Local y Nacional.

Mientras los sistemas de ventilación de los túneles evacuaban el humo, los bomberos procedieron a extinguir el fuego simulado que se había producido en uno de los coches con la ayuda de largas mangueras. De inmediato evacuaron a los heridos leves, que salieron por su propio pie y fueron acompañados hasta el exterior, y después, con mayor dificultad, hicieron lo propio con el herido grave tras sacarlo del coche e inmovilizarlo en una camilla. La operación estaba completada poco después de las once y media, y con el convencimiento de que este tiempo se podrá reducir una vez esté abierta la autovía.

A la salida de los túneles esperaban los servicios sanitarios, que atendieron a los heridos. Al final, y a falta de pulir algunos detalles, la satisfacción era patente entre los participantes.