El Ayuntamiento de Alcoy y la Conselleria de Sanidad van a colaborar en la apertura de nuevas líneas de investigación sobre el origen de la legionela. Entre las distintas posibilidades que se barajan figura la petición municipal de estudiar la hipótesis de que el cloro no esté llegando a todos los puntos de la red de agua potable. El objetivo que se persigue es atacar todos los frentes con el objetivo de terminar de una vez por todas con el goteo incesante de casos.

La legionela se ha convertido para Alcoy en un mal prácticamente endémico. Desde que en 1999 se registrara el primer brote, se han contabilizado hasta la fecha un total de 18 que se han cobrado alrededor de 300 afectados. Los dos últimos casos, sin ir más lejos, los daba a conocer la Conselleria de Sanidad esta misma semana a través de su boletín epidemiológico, elevando a seis los que se han detectado en apenas dos meses.

La Conselleria ha insistido a la hora de señalar que no se trata de un brote, vinculando los casos registrados al aumento de la incidencia que se registra en verano en el conjunto de la Comunidad Valenciana coincidiendo con las elevadas temperaturas. De hecho, la bacteria encuentra en el calor un aliado perfecto para su proliferación.

Sanidad, al principio de la crisis hace ya doce años, centró las investigaciones sobre el origen de la legionela en las torres y equipos de refrigeración industrial de la ciudad, muchos de los cuáles fueron clausurados y otros sometidos a un estricto y permanente control.

Sin embargo, los brotes, aunque no con tanta virulencia, continuaron sucediéndose. Las investigaciones se extendieron entonces a las máquinas de asfaltado e incluso a los lavacoches, a los que se atribuyeron los brotes registrados en el verano del año pasado.

Todo el trabajo realizado ha servido para reducir de forma significativa la incidencia de la enfermedad, pero lo cierto es que los casos continúan sucediéndose de forma más o menos periódica y que el problema no se acaba de atajar.

Así las cosas, y coincidiendo con el cambio de gobierno municipal, el Ayuntamiento ha planteado a la Conselleria de Sanidad una ampliación de las líneas de investigación sobre el origen de la legionela para tratar de terminar de una vez por todas con el problema.

Tal y como ya apuntaba recientemente en esta mismas páginas el concejal de Salud Pública, Paco Agulló, "a pesar de que la Conselleria mantiene protocolos de control para los equipos de refrigeración, las máquinas de asfaltado y los lavacoches, consideramos que es necesario abrir más el abanico de posibilidades".

Contactos

En las últimas semanas se han mantenido contactos en este sentido con responsables de la Conselleria, y según Agulló, ambas partes están por la labor de trabajar en este sentido. "Sanidad -destacó Agulló- ya inició este proceso con la reunión de expertos que promovió hace poco, y es evidente que la Conselleria es la primera interesada en solucionar el problema".

Entre las posibilidades de análisis que se encuentran encima de la mesa figura la hipótesis de que la hipercloración no esté llegando a todos los puntos de la red del agua potable, que podría tener recodos en los que anidara la bacteria.

Cabe reseñar, a este respecto, que el anterior gobierno municipal, así como las autoridades sanitarias, se habían mostrado hasta el momento reacios a profundizar en el asunto de la red.

Con todo, esta no es la única opción, según dijo Paco Agulló. "Técnicamente se están estudiando diversas cuestiones y, en estos momentos, no se descarta nada", argumentó.

El concejal dijo, por último, que "el Ayuntamiento está abierto a todo y vamos a trabajar de la mano de Salud Pública para investigar cualquier línea que ayude a solucionar este problema que venimos padeciendo desde hace ya demasiado tiempo", concluyó.