Paco Canes es el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), una entidad nacida en Alcoy pero que tiene delegaciones en toda España. En la actualidad desarrolla en la provincia de Alicante y el sur de la de Valencia un programa de formación de seguridad vial destinado a empresas e instituciones públicas.

Paco Canes está al frente de DIA, una asociación que se preocupa por la atención a las víctimas de accidentes de tráfico y que también desarrolla una importante labor desde el punto de vista de la prevención y la concienciación social. Su experiencia personal, así como la de numerosas personas que integran la entidad, es un factor que le impulsa a trabajar activamente para que los conductores sean cada vez más precavidos y responsables.

DIA nació en Alcoy y, actualmente, es la asociación de víctimas de accidentes de tráfico de mayor importancia a nivel nacional. ¿Cuáles son sus campos de actuación?

En la actualidad tenemos delegaciones en toda España, salvo en la Rioja y Extremadura, y mantenemos una relación fluida con la Dirección General de Tráfico que nos ha permitido involucrarnos de lleno en la prevención de accidentes de tráfico. En cuanto a nuestras funciones, contamos con un departamento formado por diplomados universitarios que asesoran a las víctimas y familiares en materia de pensiones, orfandad y viudedad, y desde donde los derivamos a psicólogos y trabajadores sociales que se encargan de realizar terapias y atender, de manera especial, a los niños. Después, tenemos una sección orientada a la educación vial, cuyo objetivo es hacer lo posible por concienciar a los conductores y hacer lo posible por evitar imprudencias.

Ahora, con la colaboración de la Conselleria de Economía, han lanzado un programa destinado a la formación en seguridad vial laboral. ¿Qué trascendencia tiene este apartado en el conjunto del problema?

Mucho. Uno de cada tres accidentes laborales es de tráfico, y la mayoría se produce yendo al trabajo por culpa de las prisas y el estrés. El programa que hemos puesto en marcha va dirigido de manera especial a las empresas y a las instituciones públicas.

¿Considera que la actitud de los conductores ha mejorado en los últimos tiempos?

El endurecimiento de las sanciones ha servido para concienciar y que se conduzca mejor. Ahora todo el mundo sabe que no se puede conducir después de ingerir alcohol, e incluso da vergüenza que la Guardia Civil te sorprenda al volante bebido, cuando antes incluso se presumía de ello.

Cuéntenos su experiencia personal...

Volvía de fiesta junto a un amigo en el asiento del acompañante después de que ambos bebiéramos alcohol. El coche dio varias vueltas de campana y, como no llevaba cinturón, salí despedido y me quedé en silla de ruedas. No culpo al conductor, dado que yo fui igual de responsable. Sólo espero que la gente no tenga que pasar por una experiencia así para tomar conciencia.