Los sectores económicos de estas comarcas coinciden a la hora de pronosticar que la apertura del tramo del Barranc de la Batalla y, en consecuencia, de la finalización de la autovía central, implicará una reactivación en estas comarcas, a la vez que implicará una mayor competitividad para las empresas. "Final de una pesadilla" o "Es para sacar cinco botellas de champán" fueron algunas de las frases esgrimidas a la hora de valorar la mejora en las infraestructuras.

Julia Company, secretaria de la Cámara de Comercio e Industria de Alcoy, dijo que "llevábamos muchísimo tiempo reclamando la autovía y no hay ninguna duda de que hacía mucha falta. Hasta ahora las empresas estaban en inferioridad de condiciones para competir y ahora estarán mejor, a la vez que se beneficiará al conjunto de la economía".

Ramón Juan, presidente de FEDAC, señaló que "el retraso ha sido bastante grande y estábamos todos esperando que la abrieran de una vez. Ahora, tendrán la oportunidad de venir a conocernos, a la vez que estamos más cerca de todas partes. Pensamos que puede haber una reactivación económica y sobre todo hay que ser capaces de conseguir que no pasen los túneles y se vayan sino que paren y se queden".

Rafael Pérez, presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios de Comercio (ACECA), incidió en que "lo veníamos reclamando desde hace mucho tiempo y así lo hemos reivindicado; en nuestra opinión será positivo para llegar a Alcoy y acabar con el aislamiento. Además, gracias a la variante ya se ha recuperado clientela de la comarca que tiempo atrás se había perdido".

Uno de los más felices hoy, sin duda, será Vicente Juan, gerente de Transportes Exit, y miembro de la comisión de transportes del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España. "Hace casi 30 años que empezamos el proceso, que se pudo lanzar cuando Pepe Sanus era alcalde; de hecho, intentamos que se hubiese construido al revés, de Alcoy hacia afuera, pero no pudo ser. La realidad es que las Comarcas Centrales Valencianas necesitaban la autovía hace dos décadas y no la tuvieron, por lo que las empresas han tenido gastos añadidos; de todas formas, nunca es tarde si la dicha llega".

A juicio de Vicente Juan, "la economía se aliviará algo y, desde luego, no habrá tantos problemas con el frío y la nieve como hemos padecido todos estos años".

Menos kilómetros y menos tiempo de desplazamiento

El conductor que, mañana, salga de Alicante hacia Valencia o al revés, dispondrá de tres posibilidades de trayecto. Una será de pago, la autopista de la costa, y otras dos gratuitas: la autovía Valencia-Madrid hasta Font de la Figuera y de ahí a Villena y Alicante, y la autovía central, que comparte recorrido con la primera hasta Alcudia de Crespíns, y de ahí se puede circular hacia Ontinyent, Alcoy, Ibi, Castalla y Alicante.

El recorrido más corto es el de la autovía central, por Alcoy, que tiene 166 kilómetros, aproximadamente, y un tiempo de viaje que puede estar en torno a 1 hora 20 minutos. A continuación viene la autopista, con 182 kilómetros y un tiempo posible de 1 hora y 35 minutos, y con el inconveniente añadido de que es de pago; no obstante, la reducción de uso que ha registrado provoca que el viaje pueda ser más confortable.

En tercer lugar queda el trayecto por la Font de la Figuera, que tiene 186 kilómetros -de los que 13 son de carretera- y un tiempo estimado de 1 hora y 40 minutos. En medios económicos se considera que la nueva autovía registrará mucho tráfico de turismos en ambos sentidos, pero de camiones sólo hacia Alicante, por la pendiente de subida del Maigmó.