El de hoy va a ser un día histórico para las comunicaciones de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla, en particular, y para el conjunto de la provincia y de la Comunidad Valenciana, en general. Y es que el Ministerio de Fomento, después de dos décadas, va a completar por fin la autovía A-7 entre Valencia y Alicante con la apertura del tramo del Barranc de la Batalla en Alcoy, por donde se calcula que pasarán 25.000 vehículos diarios. El nuevo corredor de alta capacidad habrá supuesto en su conjunto una inversión de 316,3 millones de euros.

El Ministerio pone hoy en servicio el tramo del Barranc de la Batalla, con el que se completa todo el itinerario de la autovía A-7 entre Valencia y Alicante. Con la apertura de este último tramo, que ha supuesto una inversión de 95 millones de euros, la conexión vial por las comarcas del interior de ambas provincias se beneficia de un nuevo corredor de alta capacidad, y elevados niveles de funcionalidad y de seguridad vial.

La finalización de la autovía es de una importancia vital, toda vez que rompe el aislamiento secular al que han estado sometidas las comarcas del interior a nivel de comunicaciones. Además, y a un nivel más general, se abre la posibilidad de evitar el peaje de la autopista por el litoral AP-7. La inversión total de Fomento para completar la autovía ha ascendido a 316,3 millones de euros.

El tramo del Barranc de la Batalla se localiza íntegramente en el término municipal de Alcoy y supondrá un beneficio circulatorio para más de 25.000 vehículos al día. El trazado, de 4,5 kilómetros de longitud, está compuesto por dos calzadas, una de dos carriles y otra de tres. Las calzadas están separadas por una mediana variable de 2 a 25 metros a lo largo de su traza.

La compleja orografía ha obligado a la construcción de grandes estructuras, entre las que destacan los túneles sur y norte de la Font Roja, constituidos por dos tubos dobles de más de 900 y 600 metros de longitud respectivamente; un viaducto doble sobre el Barranc de la Batalla de 205 metros de longitud con una altura máxima de 61 metros; y un sistema de pasos de fauna sobre la autovía como protección ambiental de la zona.

Los túneles han sido dotados con las máximas medidas de seguridad, destacando salidas de emergencia, iluminación, sistemas de megafonía y circuitos de televisión, equipos de control y reducción de la contaminación del aire y dispositivos contra incendios.

El tramo de autovía ha visto su diseño y ejecución condicionado debido a que atraviesa parajes de gran valor ambiental, como son el parque natural de la Font Roja, el BIC del Molinar o la Cova Juliana, donde se localiza una importante colonia de murciélagos. De hecho, se ha procedido a la construcción de pasos de fauna y falsos túneles para proteger a los quirópteros.

Las constructoras consumaban ayer los últimos detalles en la señalización para posibilitar la apertura de este tramo de autovía, coincidiendo con el comienzo del puente y la Fira de Cocentaina.