El Ministerio de Fomento ha iniciado la reparación de la ladera de la autovía A-7, entre Alcoy y Alicante, que se vio afectada por un desprendimiento de tierras el pasado 25 de abril. Las obras, dentro del término municipal de Tibi, afectan a un tramo de 500 metros de longitud y han obligado a efectuar restricciones de tráfico. El presupuesto de la actuación asciende a 570.000 euros y el plazo de ejecución está fijado en dos meses. La tardanza de los trabajos había provocado el malestar de los conductores, debido que a lo largo de todo este tiempo se ha mantenido cortado un carril en dirección a Alicante.

Un desprendimiento registrado a última hora de la tarde del lunes 25 de abril, en la ladera junto a la autovía A-7 entre Alcoy y Alicante, en la zona del Maigmó, obligó a la Guardia Civil a cortar un carril en sentido a la capital en un tramo de 500 metros de longitud. El derrumbe tuvo lugar después de una jornada de lluvias intensas, y provocó la caída de tierras y cascotes que dañaron tanto la calzada como las protecciones de la autovía. El suceso, afortunadamente, no provocó daños personales ni a vehículos.

Lo sorprendente es que los trabajos de reparación no se han iniciado hasta ahora, justo cinco meses después de que se registrara el incidente. Los numerosos conductores que utilizan a diario esta autovía para desplazarse a Alicante han comprobado como a lo largo de todo este tiempo el carril afectado continuaba cortado, lo que dificultaba la circulación.

El Ministerio ha justificado la tardanza en los trámites para aprobar el proyecto y realizar la pertinente consignación presupuestaria, así como en la coincidencia del verano, época ésta en la que la intensidad del tráfico es mayor y no se han querido causar molestias.

Con todo, el inicio de las obras es por fin una realidad. Máquinas excavadoras, así como varios operarios trabajan en la consolidación de la ladera a través de una actuación que, según la información facilitada desde la Subdelegación del Gobierno, está presupuestada en 570.000 euros y tiene un plazo de ejecución de dos meses. El objetivo que se persigue es reforzar el talud, de manera que no se repitan nuevos desprendimientos en el futuro.

Los trabajos han obligado a efectuar restricciones de tráfico. Los dos carriles hacia Alicante han quedado cortados a la altura de las obras, y los vehículos son desviados por los carriles en dirección a Alcoy, que ahora son de doble sentido para la circulación.

Estas restricciones se mantendrán mientras se lleven a cabo las obras, o al menos hasta el momento en que se constate que no hay ningún peligro para el tránsito de los vehículos ni impedimentos para el movimiento de las máquinas y operarios que intervienen en los trabajos.

De cumplirse los plazos estipulados en el proyecto, la actuación quedará completada a finales del mes de noviembre o, como muy tarde, a principios de diciembre, fecha a partir de la cual la autovía recuperará por completo la normalidad.

Cabe recordar, por último, que el tramo del Barranc de la Batalla en Alcoy, el último que queda para completar la autovía central entre Alicante y Valencia, será inaugurado a finales de octubre.