Alrededor de 150 "indignados" se manifestaron a última hora de la tarde de ayer por las calles de Alcoy para exigir que se someta a referéndum la reforma constitucional. Los participantes cubrieron el trayecto entre la Rosaleda y la plaza de España esgrimiendo varias pancartas reivindicativas y protagonizando una sonora cacerolada.

"Ninguna reforma al servicio del capital", "No queremos ser una colonia yanqui" o "Se buscan 35 diputados democráticos" son algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas que los viandantes pudieron visualizar al paso de la manifestación.

El acto se inició más tarde de lo previsto, debido a que la Subdelegación del Gobierno obligó a los "indignados" a retrasar la marcha para que no coincidiera con la presentación del cartel de la Romería en la plaza.

Un portavoz del colectivo leyó un manifiesto en el que, entre otras cuestiones, se rechazaba la reforma y se exigía la celebración de un referéndum para que los ciudadanos expresen su opinión.