Con la iniciativa "Toma la montaña", los "indignados" de Alcoy vuelven a manifestar su oposición al proyecto de Serelles, denunciando el "atentado ecológico" que ha supuesto en la falda de la sierra de Mariola. Siendo hoy el último día de acampada, los simpatizantes del "15-M" han seguido, con dificultades, con sus actividades, además de con sus reivindicativas pancartas, en las que aseguran que el destrozo de los barrancos podría costar 1.500.000 euros, "deudas que el ciudadano acabará pagando directamente".

Los "indignados" de Alcoy llevan ya dos noches en Serelles. El tiempo, que les jugó alguna mala pasada, encharcando la zona donde estan acampados, provocó que se suspendiera la asamblea que estaba prevista con el fin de analizar qué postura adoptaba el movimiento en relación a la reforma constitucional. "Aunque llueva, esto es una lucha, no se parará; no estamos de vacaciones", aseguraba uno de los portavoces.

Un total de nueve tiendas se desplegaron en Serelles en la noche del viernes, según fuentes del "Movimiento 15-M". Los organizadores se han quejado de que les han quitado pancartas en las que "se avisaba de no molestar a los vecinos". A pesar de que no se han cumplido las expectativas en el número de asistentes y de haberse cancelado los juegos infantiles, los acampados pudieron contemplar ayer la exposición fotográfica, que se montó por la mañana en lugar de por la tarde. Acto seguido, comenzó el itinerario informativo por Serelles, a cargo de La Carrasca. Hoy se hará una excursión a la Fuente de Serelles.

Pancartas con historia Bajo el lema "Toma la montaña", el "Movimiento 15-M", junto con La Colla Ecologista La Carrasca y el Centre Excursionista, han acampado en la urbanización como muestra de su rechazo al proyecto urbanístico, por el "atentado ecológico" que ha supuesto para la sierra de Mariola, denunciando el "taponamiento de los desagües naturales del barranco", aspectos que todavía están por solucionar. Los "indignados" recuerdan que "hay nombres y apellidos de los responsables".

"El corte de las vías pecuarias ha sido declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia". Esta y otras frases críticas han llenado las pancartas que se han colgado en Serelles. Además, los contrarios a la urbanización aseguran que el destrozo de los barrancos podría costar 1.500.000 euros, que "acabará pagando el ciudadano". Después de que La Carrasca presentase un recurso en los tribunales en 2006, denunciando el plan, el TSJ emitió su resolución en junio de 2009, la cual exigía el mantenimiento de los barrancos, manifestando "usos incompatibles" del terreno. Ante este informe, que, según el blog Vertical, coincidía con el expediente abierto por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) contra la urbanización, la empresa promotora, Luxender, decidió recurrir. Según La Carrasca, a día de hoy aún no hay una sentencia "firme".