El Consell Valencià de Cultura ha mostrado su inquietud de que se actúe para conservar el patrimonio bélico, especialmente los refugios antiaéreos construidos durante la Guerra Civil, y ha puesto como ejemplo la labor realizada en Alcoy, ciudad que ha restaurado y abierto al público uno de estos enclaves.

Los miembros del Consell lamentan que la Comunidad Valenciana carezca de "una conciencia" del valor histórico y patrimonial de estos vestigios de la Guerra Civil, que en general no cuentan con una "completa y activa protección" en España, a la vez que reclamaba actuar en dos de la ciudad de Valencia, para su preservación. El Consell, en cambio, ha resaltado que "por contra, otras ciudades españolas, como Alcoy, Albacete, Almería, Cartagena y Barcelona han puesto en valor este patrimonio con un éxito notable, mediante la organización de visitas guiadas o su utilización para eventos culturales".

Alcoy cuenta con un total de 25 refugios antiaéreos, excavados todos entre 1936 y 1939, de los que algunos prácticamente han desaparecido, otros están localizados y sellados y uno está abierto al público desde 2006: el del Paseo de Cervantes. Fue una iniciativa del anterior gobierno del PP, que, a iniciativa de la concejal Amparo Ferrando, utilizó el Plan de Dinamización Turística para rehabilitar el refugio de Cervantes y abrirlo al público.

Para ello, se diseñó un auténtico proyecto museístico, que incluye espectaculares imágenes de los bombardeos que sufrió Alcoy, y que fueron protagonizados por los bombarderos de la brigada Savoya 79. Investigadores alcoyanos encontraron fotografías en el Archivo Militar de Italia, que han sido reproducidas a gran tamaño, junto a carteles y otros materiales que se utilizaban en los refugios y, como elemento estrella, una bomba que no explotó.

En su momento, los promotores de la actuación se plantearon la inclusión de efectos multimedia, incluyendo los sonidos de las alarmas y de los aviones bombardeando, pero al final se descartó esta opción, al considerar que podría resultar traumática para las personas que visitaran el recinto y hubiesen sufrido las penurias de la Guerra Civil.

Durante el conflicto, con el fin de salvaguardar a la población, las autoridades alcoyanas excavaron nada menos que 25 refugios en la ciudad, de los cuales los más conocidos son, sin duda, el de Cervantes, pero también el de la plaza de España o el de la Glorieta Municipal. También hubo otros en fábricas, como por ejemplo el de Carbonell, que está perfectamente conservado.

Planes franquistas para su reutilización en los años cincuenta

Los refugios dejaron de estar operativos tras la Guerra Civil, pero las autoridades franquistas se plantearon en 1950 su recuperación, para el caso que su uso fuera necesario "en caso de peligro". Según reveló una investigación efectuada en 1989 por Carlos Molina y Ana Francés, del Instituto Pare Vitòria, los gobernantes de la época querían proteger a los 27.941 vecinos que, según sus cálculos, no abandonarían la ciudad en caso de riesgo. Los proyectos de restauración, sin embargo, no llegaron a cuajar. Aunque la Comunidad cuenta con un patrimonio mueble e inmueble de la Guerra Civil "muy rico", el Consell de Cultura advierte de que "todavía se carece de una conciencia de lo que representa su valor histórico, patrimonial, arqueológico y económico", y entiende deben convertirse en "un símbolo de la nueva cultura de paz". EFE / M. C.