Tras dos legislaturas jugando con fuego, el PP de Alcoy se ha quemado. Las mayorías absolutas raspadas obtenidas en los dos anteriores comicios, se han convertido en una victoria insuficiente (con la pérdida de más de 4.000 votos), que aleja de la Alcaldía a Jorge Sedano, abriendo las puertas a que, después de once años, la ciudad vuelva a ser gobernada por un pacto de izquierdas.

Mientras los populares de toda España y especialmente los de la Comunitat Valenciana viven una noche de euforia, Alcoy se ha convertido en un auténtico borrón en un mapa lleno de azules.

En unas elecciones en las que ha primado el voto de castigo al PSOE, por la gestión de la crisis que ha hecho Zapatero, cabe atribuir exclusivamente al PP de Alcoy «los méritos» de un resultado electoral que lo sitúa muy cerca de los duros bancos de la oposición.

A la hora de analizar las causas del descenso, hay que referirse en primer lugar a la patológica incapacidad de las gentes de Sedano para captar votos fuera de sus más estrictas fronteras ideológicas. En segundo lugar, es inevitable recordar una legislatura de gestión cero, en la que ha habido más polémicas y tensiones que logros reales. Finalmente, es obligado hablar del ambiente de división interna y de enfrentamiento perpetuo con Valencia en el que ha vivido sumergida durante cuatro años la dirección popular alcoyana. Las frívolas aventuras «ripollistas» de Sedano y Peralta han pasado factura.

La gran paradoja de esta noche electoral la protagonizan los socialistas. El PSOE alcoyano se encuentra ante la posibilidad real de recuperar la Alcaldía, a pesar de haber obtenido los peores resultados en la reciente historia democrática.

El descalabro de las gentes de Toni Francés -que pierden dos concejales- hay que atribuirlo principalmente a la penitencia impuesta por el electorado a unas siglas, que se han votado en clave nacional. Sin embargo, los socialistas harían mal en escudarse exclusivamente en este elemento externo. La pérdida de tres mil votos, partiendo desde la oposición, obliga a abrir una profunda reflexión sobre la incapacidad del PSOE local para conectar con los sectores de la población descontentos con la gestión de Sedano.

El gran triunfador del 22-M alcoyano ha sido, sin ningún género de dudas, el Bloc de Rafel Carbonell. Los nacionalistas han superado hasta sus previsiones más optimistas y se han situado en cinco concejales, persiguiendo desde muy cerca al PSOE. Los nacionalistas han capitalizado el voto del descontento socialista y parten desde una posición de mucha fuerza a la hora de exigir la Alcaldía, como así lo hicieron constar anoche.

El otro partido que mejora sus resultados es EU-L´Entesa, que pasa de uno a dos concejales. Pese al aumento de apoyos, pierde definitivamente su puesto de tercera fuerza política en el Ayuntamiento, aunque está llamada a jugar un papel clave en la negociación de futuros pactos.