Las Entradas de 2011 marcaron un hito en cuanto imaginación, diseño e incluso innovación, pero será difícil que esta edición sea recordada por algo más que por los grandes cortes que se produjeron en la Cristiana, sobre todo en la parte final, con el boato del alférez de la Filà Cides.

Presidente, la estética de las Entradas fue preciosa...

Una maravilla. Los artistas una vez más se han superado; las cuatro filaes de cargo hicieron una apuesta muy grande por la Fiesta, lo que pasa es que siempre nos quedará el claroscuro de la Entrada Cristiana. Se nos fue, posiblemente, de las manos en el tema del horario, pues hubo un retraso muy grande y siempre cabe preguntarse por qué no se paró la Entrada.

Una buena pregunta...

Pienso que si hubiéramos parado la Entrada con el retraso que ya llevábamos habría sido peor. El público por la mañana, y además en el día tan maravilloso que hizo, llega un momento que se tiene que ir a casa, se quiere ir a casa, y fue una lástima. No se puede saber lo mal que lo pasó la gente de la junta directiva con todo lo que ocurrió, al ver el compromiso de una filà en haberlo hecho bien y sacar un boato, pero a cierta hora ya teníamos la cosa muy complicada.

Pero los problemas no venían del alférez. Antes de la escuadra de la Filà Cruzados, por ejemplo, hubo un corte de 15 minutos...

Si, por eso digo que los Cides eran los últimos y recogieron un retraso de 50 minutos. Los Cides arrancaron entre 45 y 50 minutos de retraso y eso ya es incontrolable. Y siempre lo decimos, hemos de poner medios, pero tenemos la misma estructura de Fiesta de toda la vida y hay que reconocer que el Día de las Entradas tiene 24 horas. Hemos puesto medidas, como que la Entrada Mora arranque a las 5, lo alargamos media hora bajo mi presidencia; arrancamos la Diana a las 5,45 de la mañana y nos ha costado mucho esfuerzo hacer eso, pero claro algo tendremos que hacer. Posiblemente el año que viene nos salga bien, pero cada cierto tiempo, en el momento en que se nos vaya un poquito nos sale mal. También es verdad que la Fiesta de Alcoy, la estructura que tiene, igual que reconozco que una persona que baja haciendo una escuadra, ya no de negros, de blancos, por la calle San Nicolás, quiere por lo menos disfrutarla un poquito, aunque sean 50 minutos. Hubo filaes de cristianos que bajaron toda por San Nicolás tras el Mig en 14 ó 15 minutos, y eso yo lo lamento como presidente. Tendremos que buscar una solución, pero aquí milagros no se pueden hacer. Sale mucha gente y esto es lo que hay. Varitas mágicas no hay y más deprisa no pueden bajar y si bajando en 14 minutos hubo el retraso que hubo, pues qué hemos de hacer, replanteárnoslo, estudiarlo. La gente de la directiva trabajará con los primers trons, pero ya aviso que soluciones mágicas no hay, y eso debe comprenderlo la gente. No es el momento de reclamar responsabilidades ni mucho menos, eso ya se valorará. Yo pienso que el esfuerzo se hizo y de hecho para la Entrada de Moros se pidió un esfuerzo y salió bien.

Más que bien, yo diría perfecta. No hubo ni la más mínimas fisura...

No digo que por la mañana la implicación no existiera, que existió. Comenté con mi directiva, en la comida del día de San Jorge, lo supercomplicado que es organizar un capitán cristiano. Cuando sale el alférez cristiano, el Partidor está despejado; cuando sale el capitán moro, todos los cristianos están comiendo y los moros aún no han llegado. pero en la organización del capitán cristiano, allí están todos. Los moros que suben a mirar cómo es el capitán y los cristianos también. Yo lo veo siempre, pero lo de este año era muy superior. Para sacar el boato es complicadísimo. Es un cúmulo de circunstancias. Pero resumiendo, el día tiene 24 horas y continuamos teniendo el Día de la Entrada, y yo recuerdo cuando era niño, en los años sesenta y setenta, toda la Entrada Cristiana era lo que es hoy en día un boato y si apuramos, era menos que un boato. Y qué hacemos?

La Entrada Cristiana acabó en Cervantes a las 15,45 horas y mucho publico se marchó, pero también mucho se quedó en sus sillas, sobre todo en San Lorenzo y País Valencià, hasta que llegó la escuadra del alférez...

El público, una vez más ha respondido. El público que nos increpó a directivos de la Asociación, tiene todo el derecho a hacerlo, posiblemente no era el momento, pero tiene su derecho. El público es lo que nos diferencia, está ahí, está apoyando y tiene derecho a veces a manifestar su malestar. Pero tienen que comprender al mundo de la Fiesta: ellos quieren ver un espectáculo, nosotros intentamos hacerlo, pero la Fiesta de Alcoy está estructurada de esa manera. Hay filaes en las que te toca escuadra cada 6 ó 7 años y más deprisa no se les puede pedir que bajen, independientemente que había personas que hicieron un pequeño corte, por circunstancias particulares. ¡Y qué hemos de hacer!

Ha sido un año de muchísimo público, sobre todo por la tarde...

Efectivamente, se notó que era sábado. La Entrada Mora resultó perfecta a pesar de que había dos escuadras especiales más. Tengo que agradecer mucho la implicación del mundo de la Fiesta por la tarde. Todos éramos conocedores de que las cosas por la mañana se nos habían ido un poco de las manos. Hablé con la escuadra de negros los Realistas en el Partidor, que estaban comiendo y no se creían que la música que sonaba era de que aún estaba saliendo el boato del alférez. Todos éramos conscientes de que esto no había salido bien y hubo una implicación total. Al final lo importante es, haciendo un balance del día de la Entrada, que la gente por la noche se fuera con un buen sabor de boca. Yo lamento mucho todo lo que ha pasado, soy el primero en lamentarlo, y por supuesto por el boato de la Filà Cides. Estas personas, todo un año de sacrificio para al final pasar lo que pasó, pero la Fiesta es así. La reflexión se ha de hacer. Se ha dicho, lo hemos dicho todos, la estructura de tres días de Fiesta, pero hay que reconocer que hoy en día sale un montón de gente, incluso en tiempo de crisis.

El Alardo ha resultado muy bien, pese a los temores...

La verdad es que sí, ha quedado muy bien y en resumen el Disparo fue un éxito. La duración se recortó un poquito, pero no la espectacularidad, y la Guardia Civil pidió la documentación a mucha gente y el 90% llevaba la guía y lo tenía en regla. Se marcharon muy contentos, con una buena impresión, y diciendo que en los últimos años se ha mejorado un 400% en todo lo relacionado con la pólvora.

La Aparición y el nuevo castillo de fuegos artificiales...

También resultó muy bien y el castillo de fuegos con el acompañamiento musical fue atractivo.

Podemos decir, entonces, que quitando lo sucedido con la Entrada Cristiana, las Fiestas han resultado excelentes...

Sí, han quedado muy bien, pero el borrón de la Entrada Cristiana no se puede quitar y empaña el conjunto.