El arranque de las Fiestas fue extraordinario. El público y los festeros abarrotaron la plaza de España en el inicio de la Primera Diana, a las 5,45 de la madrugada, configurando un desfile un tanto inusual: al ser mediado mayo, amanece antes y, por tanto, donde habitualmente hay noche en abril, ayer había ya luz e incluso algún rayo de sol.

Las 28 filaes desfilaron con total normalidad, concluyendo el acto instantes antes de las 9,30 horas. "Ha estado bien", destacó el ponente de Fiestas, Jordi Verdú.

En una mañana en la que la música de pasodobles tomó las calles, los cabos lucieron su arte y los demás festeros disfrutaron con las escuadras, hubo infinidad de detalles interesantes, pero sin duda el principal aliciente estuvo configurado por la escuadra de la Filà Domingo Miques, que volvió a sacar a los más veteranos, sumando en su totalidad 849 años. Lucieron la barba ancestral, entre los aplausos del público. El más veterano, Roque Espí, apenas pudo arrancar, pero acompañó luego a la escuadra en su recorrido.