El polideportivo Francisco Laporta, de Alcoy, se estrenó ayer como escenario del reparto de la pólvora para el Alardo de las Fiestas de Moros y Cristianos, que se celebrará el próximo lunes. El incremento de las medidas de control y del personal de seguridad para el reparto, planteado por la Guardia Civil, fue destacado incluso por la propia Intervención de Armas.

"Al final son 2.450 kilos", manifestó el ponente de Fiestas de la Asociación de San Jorge, Jordi Verdú, que participó en la operación, mientras que del reparto se responsabilizó directamente el vicepresidente primero de la institución, José Luis Matarredona.

Desde antes incluso de las diez de la mañana, el antiguo bar en el aparcamiento de los campos de fútbol del Serpis fue un hervidero de festeros, recogiendo su explosivo para el disparo. Uno de los madrugadores fue Camilo Candela, presidente de la Sociedad el Trabajo, que salió con el kilo reglamentario. "Vengo a por la de mi hijo, que guardaré en el sótano, bien cerrada", explicó.

La distribución se efectuó durante toda la jornada y continuará esta mañana, bajo estricto control del personal asignado por la Asociación de San Jorge, personal de seguridad contratado y efectivos de la Guardia Civil, tanto de Alcoy como de la Intervención de Armas de Valencia. "No hemos tenido ningún problema y de hecho a la Guardia Civil le parece bien tanto el sitio como la forma de destrucción", comentó Jordi Verdú.

Por su parte, un miembro de la Intervención de Armas destacó a este diario que "se han incrementado los responsables de controlar el reparto y la identidad de las personas que vienen, lo que también agiliza la distribución". Además, hizo hincapié en que "hay que concienciar a la gente de que es un explosivo que hay que manipular con extrema seguridad".

Por último, en la tarde de ayer Verdú significó que se habían repartido 1.900 kilos, y que no se había registrado incidencia alguna duane el proceso.