Fue, sin ningún género de dudas, la gran noticia política de la precampaña electoral en Alcoy. La reconciliación de José Sanus con el PSOE, escenificada con la presencia del exalcalde en el acto de presentación de la candidatura de Toni Francés, ponía punto final a once años de desencuentro entre el socialismo alcoyano y el personaje paradójico que lo llevo a sus mayores momentos de gloria y a sus peores simas de división interna.

Dicen los observadores políticos que este regreso ha ido mucho más allá de lo meramente testimonial. Aseguran que Sanus está jugando un papel muy participativo en la preparación del programa y de la estrategia electoral del PSOE y que su opinión vuelve a pesar a la hora de tomar las decisiones. Algunas especulaciones llegan más lejos e, incluso, se permiten aventurar que algunas de las piezas destacadas de la candidatura socialista responden directamente a las recomendaciones del exalcalde.

Aunque sea desde el banquillo y en un discretísimo segundo plano, lo cierto es que el que fuera todopoderoso alcalde de Alcoy durante 21 años ha vuelto al terreno de juego de la política y esa es una noticia importante que tendrá sus repercusiones.

En clave estrictamente interna, la recuperación de Sanus es el primer paso para cerrar una herida por la que el socialismo alcoyano viene sangrando desde hace once años. Toni Francés, actual secretario general y candidato a la Alcaldía, es un hombre práctico, que tiene muy claro que en unas elecciones que se decidirán por un puñado de votos, conviene más sumar que restar. Los socialistas han hecho las paces con su pasado, aunque para ello haya sido necesario borrar de las listas y de los órganos directivos del partido a todos los testigos incómodos de aquellos extraños días en los que Sanus le entregó la Alcaldía al PP.

De cara al exterior, el regreso de este hijo pródigo ha tenido efectos inmediatos sobre el mensaje político que el PSOE alcoyano está lanzando a los electores. José Sanus basó su brillantísima carrera, que incluyó mayorías absolutas de auténtico escándalo, en un modelo de socialismo moderado, que le permitía apropiarse de grandes bolsas de votos procedentes de la derecha. Ese toque empieza ya a notarse en las propuestas programáticas de la candidatura de Francés, en las que los planteamientos más radicales han empezado a dulcificarse, en un intento de captar apoyos entre sectores más centristas, desencantados tras once años de gobiernos del PP.

Es muy difícil establecer las consecuencias que este sonado regreso puede tener sobre el complicado mapa electoral alcoyano. La única forma de acercarse a la verdad es analizar las reacciones que se han ido produciendo. El PP ha decidido ignorar oficialmente la noticia, pero en la tranquilidad del off de record los dirigentes populares no dudan en reconocer que la reaparición de Sanus les ha sentado como un tiro. Eso ya quiere decir algo.