Tollos, Famorca y Benillup, los únicos municipios de la provincia con menos de 100 habitantes, dejarán de ser concejos abiertos tras los próximos comicios municipales. Los ayuntamientos de estas tres poblaciones dejarán de regirse a través de asambleas vecinales, como consecuencia de una reforma introducida en la Ley General de Régimen Electoral. Fageca también abandonará esta fórmula de funcionamiento, si bien en este caso por haber rebasado el centenar de censados. Los alcaldes consideran que la medida es positiva, dado que permitirá agilizar los trámites burocráticos. En cualquier caso, todos coinciden en que, de seguir en el cargo, convocarán a los vecinos para tratar asuntos importantes.

Las poblaciones con menos de 100 habitantes, que hasta ahora se regían por la fórmula del concejo abierto, modificarán su estructura de funcionamiento y pasarán a contar con tres concejales en lugar de asambleas vecinales. En esta situación se encuentran tres municipios de la provincia -Tollos, Famorca y Benillup-, que a día de hoy tienen menos de un centenar de vecinos según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Fageca también abandonará esta fórmula de funcionamiento, pero en este caso debido a que ha superado los 100 habitantes.

La reforma de la Ley General de Régimen Electoral, aprobada recientemente, propiciará que en estos municipios se acabe la democracia directa, dado que hasta el momento eran los vecinos mayores de edad los que decidían los temas que atañían a su pueblo en asambleas en las que tenían derecho a voto.

La nueva ley prevé un esquema de tres concejales para este tipo de ayuntamientos, de manera que a partir de estas próximas elecciones cada partido deberá presentar en los pueblos pequeños una lista con hasta tres candidatos, y el elector podrá dar su voto a un máximo de dos de todos los nombres que concurran. Tras el recuento, será proclamado alcalde el más votado, mientras que los dos siguientes serán concejales. Si hay empate se resolverá por sorteo y, en caso de fallecimiento, incapacidad o renuncia de un edil la vacante pasará a manos del siguiente más votado.

La reforma electoral, en cualquier caso, deja abierta la posibilidad de que los municipios que venían rigiéndose por concejo abierto puedan seguir de esta forma si así lo acuerdan por unanimidad los tres miembros electos y la mayoría de los vecinos.

Con todo, en el caso de los municipios afectados, sus alcaldes, todos del PP, son partidarios de abandonar esta fórmula de funcionamiento. En Benillup, población con 98 habitantes, su alcalde, Enrique Coderch, anuncia que va a repetir como candidato, y ya avanza que se acogerá a la nueva fórmula de funcionamiento. Según sus palabras, "el concejo está bien porque la gente del pueblo tiene voto y participa en las decisiones del Ayuntamiento. Sin embargo, también es cierto que hay cuestiones burocráticas que a partir de ahora podrán agilizarse". Con todo, Coderch también deja claro que su intención, si repite como alcalde, es "seguir convocando a todos los vecinos para adoptar las decisiones importantes". Otra de las ventajas de la nueva Ley Electoral es, añade, que se cubre el vacío legal existente sobre la persona que tiene que sustituir al alcalde si éste dimite.

En Tollos, con 57 habitantes, el actual alcalde, José Joaquín Nadal, también valora el cambio de manera positiva en lo que respecta a la agilidad burocrática y el trabajo de los secretarios. "Yo no tengo previsto presentarme a la reelección, pero pienso que la ley deja mucho más claro el tema de las sustituciones y que, además, los temas de envergadura continuarán tratándose en asamblea", manifestó.

Famorca es el municipio más pequeño de la provincia según los datos del Instituto Nacional de Estadística, con 38 habitantes. Su alcalde, Tomás Ortiz, opta a la reelección y coincide con sus homólogos al manifestar que "la tramitación burocrática avanzará a partir de ahora mucho más rápido. De todas formas, tengo muy claro que la gente debe seguir participando, porque no puede ser de otra manera en un pueblo de este tamaño".

Fageca también dejará de ser concejo abierto al haber alcanzado los 108 habitantes. De cualquier forma, su alcaldesa, Mari Carmen Devesa, reconoce que en la legislatura que ahora se cierra "me ha gustado el funcionamiento del consistorio, porque la gente ha participado en las decisiones".