El cierre de la cooperativa agrícola de Ibi ha provocado que la almazara de Castalla se vea desbordada debido al incremento desmesurado de nuevos socios. La entidad ha incrementado un 65% el número de asociados, según ha indicado su administrativo, Francisco Vicent, lo que a su vez ha generado que se formen largas colas de agricultores para pesar las aceitunas en una campaña que está siendo muy voluminosa.

Desde el pasado verano la cooperativa agrícola de Ibi ha estado llevando a cabo las gestiones oportunas para encontrar nuevos inversores y poder aliviar la complicada situación económica en la que se encontraba. A pesar de que todo apuntaba a que se iba a producir el cierre, "la última semana de noviembre todavía no había nada seguro", tal y como ha indicado el administrativo de la cooperativa de Castalla, Francisco Vicent.

Con esto, la almazara castallense no previno que tan sólo dos semanas después iba a producirse semejante avalancha de nuevos socios que no tenían donde llevar sus aceitunas con el cierre de Ibi y con la campaña olivarera ya en marcha. Francisco Vicent, en este línea, ha puntualizado que "el aumento de socios ronda el 65 por ciento", por lo que "hemos pasado de tener 1.200 a acercarnos casi a los 2.000 asociados".

El desbordamiento de la cooperativa de Castalla, por tanto, ha venido provocado por varios motivos; por un lado, el cierre de la almazara de la Ibi y el imprevisto aumento del número de socios; y por otro, que "ha sido un buen año y hay muy buenas cosechas". También ha resaltado "el buen tiempo que nos está haciendo durante toda la campaña",concretamente durante las vacaciones de Navidad en las que el clima, ha destacado, "era casi primaveral" y ha contribuido a que "durante esos días no diéramos abasto" al concentrarse "multitud de personas a las puertas de la cooperativa para pesar sus cosechas".

Con todo, de lo que están convencidos es de que "el desbordamiento ha sido la consecuencia de que la campaña de la aceituna ya estaba empezada cuando vinieron los nuevos socios y no contábamos con semejante volumen".

Aún así, están contentos "porque para la almazana es muy bueno", ya que "el hecho de que seamos más hace que la cooperativa sea más grande y sólida", tal y como ha indicado Francisco Vicent, que ha insistido en que para el año que viene se organizarán mejor.

Clausura por la falta

de inversiones

La cooperativa agrícola de Ibi cerró sus puertas a finales de 2010 después de llevar a cabo varias juntas para intentar conseguir nuevas inversiones y salir, de ese modo, de la complicada situación económica por la que atravesaba y que arrastraba desde hacía bastante tiempo. Dicho cierre coincidió con la campaña de la recogida de la aceituna, motivo por el cual los agricultores se vieron obligados a acudir en avalancha a otras cooperativas próximas. Así, la almazana de Castalla ha sido una de las que más volumen de nuevos socios ha admitido y por lo que, por otro lado, se ha visto desbordada. La de Onil también ha recibido los sacos de aceitunas de nuevos socios de Ibi.