El primer teniente de alcalde de Ibi, Miguel Ángel Agüera, aseguró ayer que autorizó el pago de las facturas por obras en el restaurante de la finca Serafines después de que el dueño del negocio ingresase el dinero en el Ayuntamiento. Agüera acusa al concejal de EU, José Vicente Verdú, de haber ocultado esta información a la Fiscalía y a la ciudadanía.

Tal y como informó ayer este diario, la Fiscalía ha visto indicios de la comisión de un delito de malversación por parte de Miguel Ángel Agüera, por autorizar el pago de 16.147 euros por obras en el restaurante Serafines, cuando esta cantidad debía haberla asumido la empresa que regenta el local.

El primer teniente de alcalde salió ayer al paso de estas aseveraciones, acusando al concejal de EU, José Vicente Verdú, que fue quien presentó la denuncia ante la Fiscalía, de haber ocultado información. Agüera explicó que contrato firmado en 2007 entre el Ayuntamiento y el actual propietario del restaurante establecía que la empresa debía asumir el pago de 930 euros mensuales por la utilización del edificio y 30.000 euros de valoración estimada en reformas del mismo para adaptar la edificación y sus instalaciones a la normativa en vigor.

Tras la firma del contrato, según Agüera, hubo un acuerdo entre la entonces teniente de alcalde Ana Sarabia y el restaurante, "para que las obras de mejora pudiesen ser realizadas por la brigada de obras municipal y el dueño del establecimiento realizase el ingreso de los 30.000 euros directamente al Ayuntamiento".

Tras ese acuerdo, en junio de 2009, se realizó la pertinente modificación presupuestaria que permitiera el ingreso y, un mes después la empresa, como se había acordado, abonó los 30.000 euros en las arcas municipales, tal y como se hace constar en un justificante bancario que ayer mostró el propio Agüera.

Las obras, realizadas por la brigada de obras, tuvieron un gasto de 16.146 euros en materiales, y según el primer teniente de alcalde, "yo mismo firmé el decreto que autorizaba el gasto para cubrir las facturas de los materiales que el Ayuntamiento debía pagar según lo acordado".

Agüera calificó de "increíble" que José Vicente Verdú "obvie tanta información y la ofrezca a medias. El Ayuntamiento tenía una obligación de pagos con unas empresas y lo que hizo fue abonarlos tras el ingreso de los 30.000 euros por parte de Serafines".