Los alojamientos rurales han logrado esquivar la crisis y han alcanzado este verano una ocupación del 80%. La actividad del sector en el interior de la provincia se ha incrementado un 20% en relación al mismo período del año anterior, aún a pesar de que las reservas siguen formalizándose a última hora y que las estancias son más cortas. Los hoteles, apartamentos y casas rurales son los que están registrando una mayor demanda, mientras que los albergues se sitúan en el lado contrario.

Los alojamientos rurales del interior de la provincia de Alicante han logrado mejorar los resultados del verano anterior, según los datos provisionales que maneja en estos momentos el sector. Después de un año marcado por los efectos de la crisis económica, la situación parece que mejora y que empieza a verse la luz al final del túnel.

El presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales Montaña de Alicante, Juan Salvador Ibáñez, explicaba que la ocupación media tanto en el mes de julio como en lo que se lleva de agosto ronda el 80%, lo que supone un incremento del 20 % en relación al mismo período del año anterior. "Teniendo en cuenta la situación de la que venimos, lo cierto es que estos datos son para sentirse moderadamente optimistas", manifestó.

A la hora de concretar las razones de este remonte, Ibáñez hacía referencia a "los efectos de la crisis, que han empezado a ralentizarse", y también "a la necesidad de la gente de salir de vacaciones y desconectar de los problemas".

Con todo, la complicada coyuntura económica aún se deja notar en algunos aspectos. El dirigente de la asociación destacaba que "las estancias cada vez son más cortas. Antes la gente alquilaba una casa rural para una semana o incluso más, y ahora estamos viendo que pide menos días porque hay meno dinero".

Las reservas, además, se efectúan cada vez más a última hora. "Lo habitual hasta hace poco es que las casas estuviesen reservadas casi de un año para otro, pero en estos momentos los clientes se espera al último momento para confirmar sus vacaciones", apuntaba.

Los hoteles, los apartamentos y las casas rurales que se alquilan por habitaciones son los establecimientos que están contando con una mayor demanda durante los meses estivales. En el lado contrario se sitúan los albergues, cuyos clientes potenciales son los excursionistas, actividad ésta que se reduce en la época veraniega debido al calor.

Ibáñez resaltó, por otro lado, que la práctica totalidad de los clientes son nacionales, y además de la misma Comunidad Valenciana o de territorios limítrofes. El sector espera que las dos semanas que restan para concluir agosto sirvan para confirmar los buenos resultados.