La Universidad de Alicante está llevando a cabo una investigación que busca concretar la aplicación de las plantas medicinales autóctonas en la lucha contra enfermedades como el Alzheimer o determinados tipos de cáncer. El programa se está desarrollando en la Estación Biológica de Torretes, en Ibi, y se centra en los narcisos, las salvias y las bituminarias. Destaca entre este grupo la presencia de la salvia de Mariola, un endemismo de la Comunidad Valenciana muy abundante en la sierra del mismo nombre.

La Estación Biológica de Torretes es un centro dedicado a la conservación, investigación y divulgación científica sobre biodiversidad mediterránea, que surgió fruto de un convenio de larga duración entre la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de Ibi, a través del Instituto de Investigación CIBIO. Entre sus objetivos contempla la investigación y conservación de la enorme riqueza de plantas medicinales de España, habiéndose centrado en tres géneros importantes, por su grado de endemicidad y riqueza en principios activos dentro de la Península Ibérica, como son los narcisos, las salvias y el género bituminaria.

Según la información facilitada por el responsable de la Estación, Segundo Ríos, las investigaciones se están centrando en estos momentos en la aplicación de estos tres grupos de plantas a enfermedades como el Alzheimer o distintos tipos de cáncer.

En el caso de las salvias, Ríos destacó que se trata de un grupo de plantas muy conocidas desde la medicina grecorromana y con numerosos usos tradicionales en el ciclo menstrual, la menopausia, problemas respiratorios, cardiovasculares, dermatológicos y digestivos, y también para enfermedades mentales y nerviosas.

"Pero también -resaltó- han demostrado científicamente actividad biológica en inhibición del enzima acetilcolinesterasa y en la mejoría cognitiva en enfermos de Alzheimer, actividad antibacteriana y antifúngica, en diabetes, como antioxidante y antinflamatorio".

Mayor eficacia

En este apartado, la Universidad está trabajando con la salvia de Mariola, una especie endémica de la Comunidad Valenciana muy extendida en la sierra de su mismo nombre y cuyos principios activos están siendo evaluados. Con todo, Segundo Ríos enfatizó que "ya se sabe que podría ser más eficaz que otras especies de salvia, con la ventaja de su bajo contenido en tuyona, un compuesto neurotóxico que limita la utiliación de otras especies".

En lo que respecta a los narcisos, el responsable de la Estación Biológica destacó que tiene en la Península Ibérica su centro de origen. Actualmente se están evaluando 50 poblaciones de narcisos procedentes de Castilla la Mancha, una de las zonas menos estudiadas y cuyos ejemplares presentan un gran potencial. "Su interés radica en la presencia de un tipo de alcaloide que tiene una aplicación potencial para mitigar los efectos contraproducentes de reconocimiento y de aprendizaje propios de la enfermedad del Alzheimer y la degeneración de los circuitos neuronales", apuntó.

Segundo Ríos se refirió, por último, a la tedera o bituminara. El mayor interés de este grupo es la obtención comercial de furanocumarinas y ptecarpanos para la industria farmacéutica. Tradicionalmente las furanocumarinas se han usado, junto con la luz UV, en el tratamiento de varias enfermedades de la piel como el vitílio, la psoriasis y las micosis fungoides. También se han usado para el tratamiento del rechazo en el contexto del trasplante tanto de órgano sólido como de progenitores de médula ósea.

La bituminaria bituminosa, que es la que se está estudiando en la Estación de Torretes, es una alternativa para la obtención de furanocumarinas a un menor coste de producción, dados los altos contenidos que presentan estas moléculas en esa especie, así como la posibilidad de utilizar la parte aérea de la planta (tallos y hojas) para la extracción de estos principios activos. Existen variedades españolas hasta 20 veces superiores a las plantas chinas, lo que sin duda, resaltó Ríos, "puede tener un gran interés para la industria farmacéutica".

Segundo Ríos señaló, como conclusión, que la Universidad de Alicante intenta revalorizar con esta investigación tres recursos naturales autóctonos, "que podrían contribuir a la creación de nuevos productos, así como al desarrollo sostenible de las comarcas de montaña alicantinas".