La polémica con el bloqueo del Consell a la ejecución de dos desvíos del nuevo tramo de autovía entre Cocentaina y Muro ya tiene consecuencias prácticas. La constructora ha informado a los ayuntamientos de El Comtat que no podrá cumplir con su objetivo de terminar y abrir la carretera a finales de julio, sino que habrá que esperar un mínimo de dos meses, siempre que en los próximos días se le autorice a actuar en los dos puntos conflictivos, como esta misma semana le pedía el ministro de Fomento, José Blanco, al conseller de Infraestructuras, Mario Flores. Esta solicitud se formulaba en persona, en la inauguración del tramo de Albaida.

En teoría, este mismo mes debían haber quedado terminados dos de los tres tramos que restan de la autovía central, concretamente el del Puerto de Albaida -puesto en servicio el miércoles- y el de Muro-Cocentaina, en este caso antes de que empezara agosto. De esta forma, únicamente quedaría para completar la autovía entre Alicante y Valencia por el interior, el segmento del Barranc de la Batalla, en ejecución actualmente y con previsión de que esté listo antes de fin de año.

Esta semana, sin embargo, la UTE integrada por Corsan-Corviam y Vías y Construcciones ha señado a los alcaldes de El Comtat que los planes han cambiado y que, como mínimo, se prevé una demora de dos meses en la finalización, siempre que los permisos de la Generalitat para efectuar los dos desvíos de carreteras que faltan se consiga este mismo mes; en caso contrario, el retraso sería mayor.

Este tramo de autovía tiene una longitud de 11,591 kilómetros y es el más caro de la autovía central, con un coste de 104 millones de euros. El problema ha surgido con el desvío de dos carreteras que son titularidad de la Generalitat, la CV-700, en dirección a Beniarrés, y la CV-705, hacia Benimarfull y Planes.

Infraestructuras ha aducido que Fomento pidió debidamente los permisos para actuar en estas carreteras, mientras que desde el ministerio se ha señalado reiteradamente que en abril de 2008 se cursaron las solicitudes, que luego se reiteraron en octubre de 2009. El miércoles, Blanco le pedía a Mario Flores una solución, que, según las informaciones recabadas, está en curso. Hay que recordar que la conselleria colocó vallas para impedir el acceso de la maquinaria de la autovía a estas carreteras, lo que ha obligado a utilizar el casco urbano de Muro y vías rurales.

La UTE, además, tiene prácticamente terminados 11.491 metros de la autovía, restándole únicamente unos 100 metros por acometer, 50 en cada cruce. Las fuentes consultadas han significado que en el caso de llegar de inmediato los permisos, el tramo de autovía podría estar acabado entre mediados y finales de septiembre.

De momento, durante el verano, a la salida de la variante de Alcoy o del Puerto de Albaida, será necesario continuar utilizando el trazado de la N-340 entre Cocentaina y Muro.