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El fiscal pide 30.000 euros de multa y una inhabilitación de empleo de tres años para un agente de la policía local de Castalla (Alicante) por cobrar durante un año y medio 1.000 euros mensuales a un pub donde se celebraban partidas de cartas ilegales.

El procesado, Francisco G.L., será juzgado del lunes al miércoles de la próxima semana en la Audiencia Provincial de Alicante junto al propietario del establecimiento hostelero, José Juan R., para quien se pide una pena más baja, de 4.500 euros, después de que acabara denunciando los hechos.

Según la fiscalía, en un momento dado de 2006 este policía local de Castalla comenzó a solicitar la entrega de cantidades de dinero a José Juan R., que regentaba el pub "Tonsa", propiedad de su esposa, a cambio de obtener un trato de favor.

Concretamente, Francisco G.L. era sabedor que en Tonsa se organizaban partidas de cartas ilegales y "comenzó a presionar" al otro acusado con la promesa de que si accedía a entregarle 1.500 euros mensuales le garantizaría no tener problemas de redadas ni denuncias tanto de la policía local como de la Guardia Civil.

Con el fin de beneficiarse de esta ventaja, el responsable del pub accedió a pagar aunque la cantidad de 1.000 euros y continuó sobornando al policía durante dieciocho meses.

Finalmente, decidió denunciar la situación y realizó un último pago el 29 de abril de 2008, dinero que se halló en poder del agente poco después.

El ministerio fiscal considera que el agente ha incurrido en un supuesto delito continuado de cohecho y le demanda una multa de 30.000 euros, así como tres años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

Para el responsable del pub y denunciante pide 4.500 euros, al tiempo que la cantidad intervenida en el último pago (1.000 euros) no se devolverá a ninguno de los procesados.