La autovía central, una vez esté terminada a finales de año, acortará la distancia entre Alicante y Valencia unos diez kilómetros, con respecto a la autopista por la costa o al itinerario por la Font de la Figuera. De esta forma se convertirá en una clara alternativa de comunicación terrestre, tanto por razones económicas como de tiempo de desplazamiento.

La autovía central es un proyecto que se empezó a gestar hace diez años, y que está a punto de convertirse en realidad. El nuevo vial, destinado a comunicar Alicante y Valencia por el interior, se ha ido ejecutando por fases, empezando por ambos extremos. Así, a lo largo de los últimos ejercicios se ha construido los tramos entre Alicante, San Vicente e Ibi, así como los comprendidos entre Xàtiva, Ontinyent y Albaida.

Este pasado diciembre se inauguraba la variante de Alcoy y ayer se hacía lo propio con el Puerto de Albaida. En estos momentos se encuentran en fase de ejecución los dos últimos tramos, concretamente los correspondientes al Barranc de la Batalla en Alcoy y al situado entre Cocentaina y Muro, en la comarca de El Comtat.

La conclusión de las obras a finales de este año permitirá disponer de una nueva alternativa para cubrir el viaje entre Alicante y Valencia, al tiempo que terminará con el aislamiento casi secular al que se han visto sometidas las comarcas de l'Alcoià y El Comtat en materia de comunicaciones.