La Conselleria de Infraestructuras colocó el pasado 3 de diciembre, día en que se inauguraba la variante de Alcoy, barreras en la conexión con la CV-700, para impedir el paso de los camiones de las obras, que desde entonces han tenido que utilizar el casco urbano de Muro o caminos rurales. Hace dos semanas, justo después de la comparecencia del conseller Mario Flores en las Cortes, hizo lo propio con la CV-705, lo que también ha contribuido a dificultar la ejecución de los trabajos.

Amando Vilaplana explica que Infraestructuras ha gastado más de 3 millones de pesetas en la colocación de estas vallas. "En una respuesta parlamentaria me han reconocido que en la primera carretera las vallas costaron 8.500 y en la segunda, aún no lo sabemos oficialmente, pero nos han dicho que supera los 10.000 euros; es decir, que se gastan el dinero para que Fomento no pueda trabajar" y acabar este tramo de carretera, el más caro de toda la autovía central.

Aparte, todo esto ha tenido un efecto complementario: los alcaldes de El Comtat se han quejado a Fomento porque el paso de los camiones pesados está deteriorando los caminos rurales, lo que ha obligado al ministerio a preparar un plan de reparaciones.