El alumno del instituto de Castalla que ha sido expulsado por amenazas y agresiones acudió ayer al centro custodiado por la Policía Local, a pesar de lo cual se le volvió a denegar la entrada a las aulas. El instituto, por otro lado, reanudó ayer las clases, después de que el pasado jueves decidiera suspenderlas al no poder garantizar la seguridad de la comunidad educativa ante la actitud mostrada por el estudiante.

Tal y como avanzó este diario, los profesores del instituto de Castalla, respaldados por la AMPA, decidieron interrumplir el pasado jueves las clases al no poder garantizar la seguridad de la comunidad educativa por las amenazas y agresiones que ha venido protagonizando en las últimas semanas un alumno de 17 años. El estudiante está expulsado, a pesar de lo cual ha intentado incorporarse al centro en varias ocasiones. De hecho, el detonante del paro fue la agresión que padeció un profesor el martes de la semana pasada, cuando el estudiante intentó entrar al instituto. La actividad del centro continuó paralizada el viernes, jornada en la que tanto el personal docente como padres de alumnos llevaron a cabo una concentración para denunciar el problema.

Fue ayer lunes cuando se reanudaron las clases, a la espera de que la Conselleria de Educación tome cartas en el asunto. Coincidiendo con esta vuelta a la actividad, el alumno se personó en el instituto junto a sus padres y una patrulla de la Policía Local, con la intención de incorporarse a las aulas. Según informó el director del centro, Juan Antonio Olmedo, "le hemos vuelto a denegar la entrada, haciéndole saber que tiene un expediente abierto y que, mientras se resuelve, está expulsado. Afortunadamente, se ha marchado sin ningún tipo de problemas".

Esta es la segunda vez que el alumno acude con compañamiento policial, dado que, según el director, ya lo hizo el jueves de la semana pasada. Según ha podido saber este diario, la presencia de los agentes ha sido requerida por los propios padres, que de esta forma, al parecer, pretenden hacer constar que a su hijo se le impide la entrada.