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El arrestado, acusado de un presunto delito contra la propiedad industrial, ofrecía en páginas web de subastas y compraventa las muñecas con el reclamo de pertenecer a una conocida colección.

Por su parte, los dos empresarios están imputados por su colaboración necesaria en el delito contra la propiedad industrial investigada.

En dos registros domiciliarios han sido decomisadas 256 de esas muñecas, algunas de las cuales ya estaban vestidas y empaquetadas para su inminente envío a diferentes destinos del país.

También se ha intervenido el molde con el que se habían fabricado ilegalmente 300 muñecas.

La detención se produjo el pasado día 21 en Onil tras una investigación iniciada a principios de noviembre de 2009 por la Guardia Civil, cuando tuvo conocimiento de que una determinada muñeca de una conocida marca era fabricada y comercializada sin la autorización de la firma afectada.

La Guardia Civil constató, además, la compra por Internet de dos de esas muñecas a un ciudadano de Madrid.

Los agentes descubrieron que el ahora arrestado ofrecía la posibilidad de adquirir las muñecas en al menos media docena de páginas web de subastas y compraventa.

Con el fin de esclarecer el delito antes de las fechas navideñas y evitar así el fraude a los consumidores y la pérdida de prestigio de la firma afectada, los investigadores se hicieron pasar por supuestos compradores y realizaron intentos de adquirir un ejemplar de esa muñeca por medio de Internet.

Tras varios días de espera lograron contactar por correo electrónico con el ahora arrestado, J.A.V.R, de 36 años y nacionalidad española.

El detenido facilitó mediante esos correos a los "falsos" compradores las pautas para llevar a cabo el envío a domicilio.

Con la excusa de ahorrar en gastos de envío, los investigadores consiguieron obtener una dirección donde poder recoger las muñecas y capturar a ese individuo.

Al parecer, el detenido utilizó una muñeca original para encargar a un empresario la realización de un molde de la misma, valorado en más de 600 euros.

Posteriormente llevó el molde a otra empresa donde encargó la fabricación de una tirada de 500 muñecas falsas a un precio de tres euros la unidad, las cuales tenían grabado el logotipo de la marca original bajorrelieve a la altura de la nuca de las unidades.

En el momento en el que el empresario al que se le encargó la fabricación de las muñecas se percató de que éstas tenían el logotipo de la conocida marca paralizó la tirada solicitada por el detenido cuando ya se había fabricado un total de 300 unidades.

Por ese motivo, este empresario entregó las muñecas y el molde al detenido, al tiempo que renunció por escrito a cobrar por los ejemplares finalmente fabricados, porque no deseaba lucrarse de algo que, a su juicio, podría ser ilegal.

Tras la detención de J.A.V.R. se intervino en dos domicilios de Onil un total de 256 muñecas falsas, varias de ellas ya vestidas y empaquetadas individualmente para su inminente venta a diferentes destinos de España.

El arrestado había lijado el logotipo de la marca a esos ejemplares para tratar de evitar responsabilidades ilegales, aunque los anuncios en Internet citaban claramente que las muñecas ofertadas eran auténticas.

La Guardia Civil logró asimismo localizar e intervenir el molde en la misma empresa en la que se produjo la tirada de las 300 unidades, ya que el detenido lo había vuelto a llevar para que le hicieran desaparecer el logotipo de la marca que dejaba grabado en cada muñeca y así seguir fabricando ejemplares idénticos al originario de la marca, pero sin esa señal.

El detenido vendía las falsas muñecas a unos precios más elevados que el que se podían encontrar originalmente en las tiendas, aprovechándose de la circunstancia de que se había agotado una reciente tirada de 10.000 unidades de este modelo para coleccionistas realizada por la firma auténtica.