Los vecinos de Benillup temen que un nuevo corrimiento de tierras provocado por las lluvias ponga en peligro el casco urbano al hacer avanzar el barranco sobre el que se asienta el pueblo. La inquietud ha aumentado tras las precipitaciones de los últimos días, que, si bien no han causado desprendimientos de importancia, sí han hecho recordar los ocurridos en diciembre de 2004. Entonces, un temporal arrastró varios metros de talud, dejando una decena de casas al borde del abismo.

En marzo del año siguiente, la Generalitat anunció un proyecto para consolidar el barranco mediante un sistema de abancalamientos en los márgenes. Sin embargo, a día de hoy todavía no se ha realizado nada. El alcalde de Benillup, Enrique Coderch, comenta que hace ya algún tiempo que no tiene noticias del gobierno autonómico al respecto. Según explica, técnicos del propio Consell han asegurado que "el terreno del cerro es fuerte y no hay peligro inminente". Aún así, matiza, "cada vez que llueve la tierra se hunde un poco y es normal que la gente se asuste".

Con todo, el primer edil no se muestra excesivamente alarmado, al confiar en que "si realmente hubiera peligro, habrían hecho algo ya". Además, las lluvias de los últimos días no han sido excesivamente intensas, por lo que no se ha percibido un avance del barranco. El temor, en cualquier caso, es a los temporales más prolongados. En este sentido, Coderch alude a la preocupación de que un episodio como el ocurrido en los últimos días en diversas zonas de Andalucía "pueda hundir todo el pueblo".

Algunos vecinos son, sin embargo, más críticos con el Consell. Joan Àngel Ferrando, uno de los 101 habitantes censados en la localidad, denuncia la "desinformación" por parte de la administración autonómica, y que no se haya realizado aún la obra cuando "con poco dinero se solucionaría el tema y en otras cosas se gastan mucho más". Recalca que el municipio "no tiene recursos económicos" para hacer los trabajos por sí solo, por lo que "la Generalitat o la Diputación deben intervenir". Ferrando insiste en que "si hubiera lluvias fuertes, habría peligro de desprendimientos y no se sabe a dónde podría llegar esto".