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l colegio público "El Salvador" comenzó su andadura en el curso 1932-33 con el gobierno de la II República y las ideas pedagógicas de la Institución libre de la enseñanza con el nombre de Escuela Graduada de Niños y Niñas. El centro, que constaba de seis secciones, tres para las niñas y tres para los niños, costó 108.753 pesetas, de las que el gobierno central aportó 60.000 pesetas, diez mil por sección. Del resto tuvo que hacerse cargo el municipio. Antes de la inauguración de la escuela graduada, la escuela unitaria de niños estuvo ubicada en lo que hoy es el bar Chimenera, mientras que la de niñas se encontraba en San Antonio.

En 1928 entraron en funcionamiento dos unidades más, una de niños en un local esquina a las calles de San José y la Soledad que hoy en día ocupa una carnicería, y otra de niñas encima de la desaparecida cooperativa agrícola. La escuela mixta del Ravalet se puso en funcionamiento a comienzos del curso 1925-26 en un local de la barriada para atender las partidas del Arrabal, Peñacerrada y las zonas rurales próximas, hasta el curso 1970-71. Estos locales eran alquilados y carecían de la debida salubridad e higiene en la mayoría de los casos. Por esta razón, según reconocen algunos de los supervivientes de aquellas promociones que entraron en el nuevo centro, el cambio al nuevo colegio significó una mejora notable en la edificación y en la higiene, ya que contaba con unos aseos dotados de piletas, que aún están ubicados en el mismo lugar que cuando se edificaron en el patio del colegio.

El nuevo centro se construyó rodeado de bancales y arbolado, en una zona conocida por el "ensanche", por la que el ayuntamiento pensaba que el pueblo creciese en el futuro como así ha sido. Los alumnos de entonces aún recuerdan como nada más salir de las clases se encontraban con las plantaciones de tomates y almendros y con las acequias para el riego, ya que el Mutxamel de esos años vivía básicamente de la agricultura. Algunos de ellos al ver ahora las fotografías escolares de entonces lo primero que destacan, antes incluso de intentar localizarse, es la figura de su maestro. "Éste es don Rafael Azuar", manifestaba un emocionado ex alumno. "¡Qué buen maestro era y como lo queríamos todos!". El empleo por parte de estos profesionales de los métodos intuitivos, así como la incorporación a la enseñanza de la formación manual y estética que la Institución libre de la enseñanza, liderada por Giner de los Ríos y Cossío, pretendía incorporar en el sistema educativo español, por no estar de acuerdo con los sistemas oficiales, consiguieron el objetivo de hacer felices a esta generación de niñas y niños. Algo, que a pesar de la edad que hoy tienen, entre los 70 y 90 años, aún no han olvidado.

En la exposición que se ha organizado en la Casa de la Cultura en torno a esta efeméride, se pueden ver testimonios de esta escuela activa como los libros de texto, o un Quijote editado en 1876 regalado a un alumna como premio de aplicación al término de su primera enseñanza. Pero el colegio "El Salvador" continuó desarrollando su labor cultural y educativa durante el franquismo, siendo el referente cultural y educativo para la mayor parte de los mutxameleros que continuaron su formación con nuevas promociones de maestros, que con el apoyo de la enciclopedia Álvarez, siguieron instruyendo a la infancia y a la juventud, a la que llegaban a preparar para el ingreso en el instituto o en la formación profesional. "Gratos años de convivencia, a pesar de las penurias y necesidades de todo tipo, que estuvieron acompañadas de los almuerzos con el queso y la leche en polvo que se repartían a la hora del recreo", comentaba otro ex alumno. Y así hasta que empezaron a crearse el Manuel Antón y l'Arbre Blanc. El CEIP el Salvador, como actualmente se denomina, se ha trasladado a una nuevas instalaciones en la partida El Calvario, a un bello y funcional edificio. El viejo aún sigue en pie, altivo, como conservatorio de música, presidiendo la avenida más céntrica de la localidad.