La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha iniciado el procedimiento de declaración como Monumento Natural del yacimiento Capa Negra de Agost, testigo del meteorito que extinguió los dinosaurios. Y la protección de este enclave abarca más de 155 hectáreas, principalmente de monte privado y público, pero también de suelo rústico, aunque no afecta a sus usos como tal.

La orden de inicio, que ya se ha publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), establece también que hasta la entrada en vigor del decreto del Consell de declaración de Monumento Natural, regirá el régimen de protección preventiva establecido en el artículo 28 de la Ley 11/1994, de 27 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, de espacios naturales protegidos de la Comunidad Valenciana.

El área sujeta a protección tiene una extensión inicial de 156,86 hectáreas, se encuentra íntegramente al municipio de Agost y se convertirá en el primer monumento natural protegido como testigo de la rica geodiversidad de la Comunidad.

Así lo anunció el 16 de abril de este año, la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, en una visita al área del Límite K/7 Capa Negra de Agost, un afloramiento estratigráfico de relevancia internacional consistente en una secuencia de margas y arcillas dentro las cuales se encuentra registrado el tránsito entre los períodos cretáceo y paleógeno.

Este tránsito vino determinado por los efectos del impacto de un gran meteorito al lado de la península del Yucatán (México) que daría lugar a una de las extinciones en masa más severas de la historia de la Tierra, hace 66 millones de años.

Este límite, oficialmente límite K/T del alemán Kreide Tertiär/, cretáceo terciario/) es más conocido como Capa Negra de Agost.

Corresponde a un nivel arcilloso oscuro, de unos 10 centímetros de grosor que incluye una lámina milimétrica muy característica, de tonalidad rojiza, con una concentración anormalmente elevada en iridio y otros elementos químicos de procedencia extraterrestre, además de la presencia de microesferas de goethita (microtectites) originadas por el elevado calor y la presión que se asocien a los grandes impactos meteoríticos. El origen de estos componentes estaría en la enorme nube de polvo producido por el impacto y que acabaría extendiéndose por toda la tierra formando una capa que bloquearía la penetración de la luz solar, dificultando así la fotosíntesis y causando de esta manera una extinción masiva de especies, tanto terrestres como marinas, y entre éstas los dinosaurios.