Las arcas municipales rebosan en El Campello. El pasado año se cerró con un superávit de casi 6,5 millones de euros, con lo que el Ayuntamiento dispone de más de 36 millones de euros en el banco y ninguna deuda con entidades financieras. El decreto sobre la liquidación del presupuesto de 2017, firmado el pasado 25 de abril por el alcalde Benjamí Soler (Compromís), refleja un saldo positivo de 6.476.770,26 euros, el séptimo superávit millonario consecutivo que enlaza la Corporación. Pero a pesar de esta privilegiada situación económica, las trabas de la Ley de Estabilidad Presupuestaria del Gobierno central impiden disponer libremente de estos fondos, y tienen que ser destinados, tras amortizar deuda, a obras financieramente sostenibles que se deben ejecutar en un mismo ejercicio.
Estas liquidaciones positivas se han debido en gran parte al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), cuya revisión catastral de 2007 ha disparado en la última década los ingresos municipales hasta duplicarlos. Del último superávit de 6,5 millones el Consistorio ya tiene comprometidos 1,4 en inversiones sostenibles que se ejecutarán en los próximos meses, y espera destinar buena parte del resto a otras actuaciones, según explicó el alcalde Benjamí Soler. Hay que recordar que el pasado año, pese a obtener una liquidación positiva de 7,7 millones, el dinero no pudo ser reinvertido por las trabas de la citada Ley.
Y es que pese a que el cuatripartito formado por Compromís, PSOE, Partido del Campello y el edil no adscrito David Alavés había diseñado un plan para ejecutar 15 actuaciones entre 2017 y 2018 por un montante total de 4,5 millones con el superávit de 2016. Pero finalmente tuvo que reducir las obras a 6 y el coste a 1,4 millones, y a cuenta de la liquidación de 2017, ya que la Ley establece que esos proyectos tenían que finalizarse en el mismo año, y de no ser así a efectos contables se deben cargar en el siguiente, y no daba tiempo material a tramitarlos y ejecutarlos.
Por ello, Soler señaló que esas obras que quedaron finalmente fuera serán en buena parte recuperadas para acometerlas este año, ya que ya se ha adelantado tramitación y proyectos y se confía en que dé tiempo para terminarlas a final de año, aunque aún no se tiene definido el listado. Y esas obras deben ser financieramente sostenibles, es decir que no generen después gastos adicionales en personal o mantenimiento, por lo que suelen centrarse en reparaciones, asfaltado, mejora de eficiencia energética, etc., aunque para este año el Gobierno central ha ampliado a otros servicios públicos esta definición, siempre que el Ayuntamiento esté saneado. De igual forma el edil de Hacienda, Pepe Varó (PSOE), también mostró su confianza en que buena parte de la liquidación se pueda destinar a nuevas inversiones.
Presupuestos en el aire
Además, el equipo de gobierno está negociando estas semanas con la oposición la aprobación de las primeras cuentas de su mandato, ya que los presupuestos permanecen prorrogados desde 2014 y requiere del apoyo de al menos una formación, ya que el cuatripartito se encuentra en minoría.
Obras previstas
Las obras ya comprometidas para ejecutarse en los próximos meses con 1,4 millones del superávit son el asfaltado de calles (412.000 euros); reparación de la escaleras de la calle Basseta (327.000) ; la renovación del césped artificial del campo de fútbol de El Vincle (248.000); la renovación del sistema de climatización de la Biblioteca (139.000); la renovación de los baños del colegio El Vincle (134.000); y la instalación y renovación del sistema de agua caliente sanitaria del pabellón y del polideportivo El Vincle (129.000 euros). Las otras nueve actuaciones que se planificaron el año pasado y que se quedaron fuera se espera poder realizarlas también a lo largo de este mismo año, pero están a la espera de confirmación.
