Vibrante, emocionante, colorida y atronadora. Son algunos de los calificativos de la Entrada Mora de San Vicente del Raspeig. Las diez comparsas moras despertaron admiración por sus vistosos trajes, espectaculares maquillajes y la música que inundó de fiesta el municipio. Mientras los de la media luna lo daban todo, los protagonistas del día anterior, las comparsas cristianas, les contemplaban y aplaudían desde sus palcos.

La tarde acompañó y el sol brilló con fuerza sin atisbo de las nubes que un día antes habían tenido en vilo a los festeros lo que facoreció que el recorrido se abarrotara de público, vecinos y llegados de otros municipios. Los Pacos se convirtieron en protagonistas como capitanía que a su vez celebraba el cuarenta aniversario de su fundación en 1978. Es además de una de las más antiguas y también de las más numerosa.

El público disfrutó de casi una hora de boato en el que hubo espectáculo con bailes, música, caballos y dromedarios, y por supuesto, la peculiar forma de desfilar de los Pacos al ritmo de la melodía que lleva su nombre.

Clarines y tambores anunciaron el inicio de la Entrada Mora con un ballet que rendía homenaje a los colores característicos de los Pacos, verde, amarillo y rojo. A continuación, otras bailarinas representaban el valle del Rif que da origen al nombre de la comparsa, que precedía la carroza de los capitanes de comparsa. Una filada infantil desfiló al más característico ritmo de la comparsa, en un constante vaivén desafiando la gravedad. Al boato se unieron Pacos del barrio alicantino de Altozano y de El Campello. Destacó una curiosa plataforma «Cavall de Foc» con cabeza de caballo en cuyo cuerpo metálico viajaban unas bailarinas que simulaban el fuego.

El orgulloso capitán, Juan Ramón Villa Soler, quiso una puesta en escena de su capitanía 100% de San Vicente, tanto en el vestuario como la música y la impronta de Carros de Foc. En la carroza articulada con cuerpo felino le acompañaba la abanderada Noelia Benito y sus hijos Erick y Karen en los papeles infantiles. Tras ellos cerraban el boato 70 músicos la Sociedad Musical El Tossal de San Vicente.

Tras ellos la Entrada siguió deslumbrando con el desfile de las comparsas moras caracterizadas por su vistosidad: Tuareg, Marroc's, Abbasires, Benimerines, Caballo Loco, Negros Zulúes, Moros Viejos, Moros Nuevos y cerró la alferecía Almorávides.

Un broche para unos Moros y Cristianos que este año tienen un reto, declararlas Fiestas de Interés Turístico Autonómico que se pretende sumar a la declaración de Interés Provincial que ya tienen. La Federación de Comparsas Ber Largas y la Concejalía de Fiestas ya lo han solicitado y esperan que se haga realidad.