Con un año de retraso respecto a las previsiones iniciales, la reapertura del hotel Pou de la Neu se acerca. El equipo de gobierno de Xixona lleva a pleno el lunes la aprobación del pliego de condiciones y salida a concurso de la explotación del complejo de turismo rural ubicado en la cima de La Carrasqueta, que permanece clausurado desde hace más de dos años tras el desahucio de la anterior gestora.

La alcaldesa, Isabel López (PSOE), explicó que en cuanto han logrado finalizar el pliego, cuya elaboración ha sido muy compleja, han trasladado con una semana de antelación la información al resto de partidos, con los que han mantenido reuniones para consensuar un proyecto de gran importancia para el municipio, ya que constituye el buque insignia del turismo rural en un marco natural incomparable.

López señaló que hasta que no apruebe el pleno el pliego no puede dar detalles sobre su contenido como duración del contrato o coste del canon a abonar por la empresa que se quede la gestión. Lo que sí destacó es que el Ayuntamiento ha querido evitar que se repitan los problemas que surgieron con la anterior explotadora y cuya resolución aún están en el juzgado en lo referente a la reclamación económica que solicita el Consistorio por diversos incumplimientos. Por ello se ha querido ante todo elaborar «el mejor pliego posible» antes que sacar la licitación de forma precipitada la gestión.

El Consistorio finalizó las obras de reforma de este complejo a principios del año pasado, tras invertir más de 140.000 euros y no descarta que pueda abrir sus puertas ya este verano, si todo va bien en la licitación.

Tanto el hotel restaurante como la parcela donde se encuentra, donde está el nevero del siglo XIX Pou de la Neu del Surdo, rehabilitado en 1997 y declarado Bien de Relevancia Local (BRL), permanecen clausurados desde hace más de dos años. Tal y como ha venido informando este medio, el Ayuntamiento desahució judicialmente a la anterior empresa explotadora por impagos y tras esta reforma el Consistorio ha reclamado a la mercantil que abone una parte de la actuación, al considerar que su deterioro se debe a falta de mantenimiento.

Las obras se han centrado en poner a punto las instalaciones y reparar las deficiencias que presentaba en materia de abastecimiento de agua, luz y caldera. Aunque se trata de un complejo que fue reformado por el Consistorio hace casi 20 años para convertirlo en hotel restaurante, tanto las inclemencias meteorológicas como la supuesta falta de mantenimiento por parte de la anterior adjudicataria, según el Consistorio, han hecho necesaria una nueva remodelación.