Por no hacer daño al PSOE, porque en no adscritos no se hace nada, porque ya habían decidido echarla, porque ya estaba harta de tanta disputa con sus compañeros de partido y porque Jose Luis Lorenzo es una persona autoritaria. Muchos son los argumentos que Sonia Sánchez Lumbreras ha esgrimido para explicar su decisión de renunciar a su acta de concejal a tan solo cinco horas del inicio del pleno en el que iba a tomar posesión.
«La renuncia fue porque ellos [los ediles del PSOE] ya me habían notificado que me echaban del grupo municipal». Así explica Sonia Sánchez Lumbreras su decisión. Según la número 6 del Partido Socialista de San Vicente del Raspeig, los miembros del grupo municipal acordaron el pasado lunes echarla para que, tras tomar posesión, pasara al grupo de no adscritos.
Sánchez Lumbreras recalca que este acuerdo se tomó tan solo con los votos a favor del alcalde Jesús Villar y del portavoz Jose Luis Lorenzo, y que las ediles Asunción París y Maribel Martínez se abstuvieron. Sin embargo, en el documento de expulsión, al que ha tenido acceso INFORMACIÓN, aparecen las firmas de los cuatro integrantes del PSOE.
Asimismo, la socialista argumenta que se enteró de su futura expulsión «por terceras personas» que filtraron lo que había sucedido en el seno de la reunión que cada lunes mantienen los miembros del grupo municipal socialista.
Sin embargo, no fue hasta el mismo día del pleno (el pasado jueves) cuando Sánchez Lumbreras tomó la decisión de renunciar a su acta de concejal, motivada porque el alcalde relegó su toma de posesión al último punto del orden del día, lo que no le hubiera permitido votar en dicha sesión plenaria.
«Cuando me dicen que soy la última en el pleno, pues sinceramente me pareció una falta de respeto, porque eso no se hace así ni se ha hecho así nunca. Entonces fui al CIVIC a meterles una reclamación por registro para impugnar el orden del día». «Hasta el día del pleno tenía la inocente esperanza de que mi grupo recapacitara, porque yo no he cumplido ninguna norma ni ningún estatuto por el que no pueda entrar a realizar mi proyecto», añadió.
Sánchez Lumbreras también argumenta su espantada en el último momento diciendo que, por sus ideales, se niega a sentarse en frente de su partido, es decir, en el grupo de no adscritos. «No iba a votar contra el PSOE. Le dije a Jesús Villar que no iba a ver mi mano alzada contra ellos porque tengo ideales desde hace muchos años», añadió la socialista.
Así, Sánchez Lumbreras dice haber contado con el apoyo de las altas instituciones del PSPV, a quienes le comunicó que en el caso de que fuera expulsada ella renunciaría a su acta «por no hacer daño al PSOE».
Sonia Sánchez Lumbreras explica que no quería ejercer de concejal en el grupo de los tránsfugas en el que ya se encuentran Auxi Zambrana, ex de Sí Se Puede, y Juanma Marín, ex de Ciudadanos, porque «estar en no adscritos es como no estar». «En no adscritos no están haciendo nada, porque me he puesto las pilas y he visto los plenos. No se hace ningún servicio al ciudadano porque no tienes fuerza para sacar adelante mociones», argumentó.
La decisión de abandonar el barco también estuvo motivada por su mala relación con Jose Luis Lorenzo, portavoz del grupo municipal socialista, de quien dice que es una persona autoritaria. «Si no opinas y no haces lo que él quiere, te desacredita públicamente», afirma Sánchez Lumbreras. «El PSOE ha quitado del Ayuntamiento a aquellas personas que les molestaban, como a Manuel Martínez. Yo no puedo estar todo el día luchando. Somos un partido democrático y necesitamos llegar a acuerdos», añadió.
