La gran espantada bien podría ser el título de una película, pero ya se sabe que muchas veces la realidad supera la ficción. En este caso, este epígrafe hace referencia a la última maniobra de Sonia Sánchez Lumbreras, la número 6 en la lista del Partido Socialista de San Vicente del Raspeig, quien ayer decidió, a tan solo cinco horas del inicio del pleno en el que iba a tomar posesión, renunciar a su acta de concejal.

Por sorpresa, tras tres largos meses de idas y venidas y tras haber asegurado finalmente que ejercería su cargo de edil, Sánchez Lumbreras cambió ayer de rumbo y le comunicó a la secretaria su intención de no asistir a la sesión plenaria y de no convertirse en la nueva concejal del PSOE. Y es que, el puesto de concejal que iba a ocupar Sánchez Lumbreras lleva sin cubrir desde que el exedil socialista Manuel Martínez renunciara a él el pasado 20 de noviembre.

Durante todo este tiempo, la número 6 del PSOE ha arremetido contra sus compañeros de formación, llegando incluso a denunciar presiones por parte del portavoz socialista Jose Luis Lorenzo para que aceptara las áreas de Recursos Humanos y Presidencia, departamentos que dirigía Martínez y que Sánchez Lumbreras rechazó por no tener el tiempo suficiente para gestionarlas.

El conflicto con sus socios de partido era evidente, tanto es así que los cuatro concejales del grupo socialista habían firmado un escrito para expulsar a Sánchez Lumbreras hoy.

Pero al final no ha sido necesario, puesto que la socialista ha decidido marcharse por la puerta de atrás, después de un largo periodo de reflexión que parecía ser interminable y sin hacer el ruido que durante todo su proceso de reflexión hizo. Y es que, la concejal a la fuga no ha querido dar explicaciones y se ha limitado a no descolgar el teléfono y a declinar atender a los medios.

Además, la renuncia de Sonia Sánchez Lumbreras se produce un día después de que la socialista acudiera al Ayuntamiento a recoger la documentación relativa a la sesión plenaria que se celebró ayer y tras reclamar que su toma de posesión fuera el primer punto del orden del día y no el último como en principio se había planteado. Tras sus exigencias, el alcalde de San Vicente, el socialista Jesús Villar, accedió a trasladarlo, pero finalmente este punto no se celebró por la espantada de última hora de la edil a la fuga.

«A falta de cinco horas del comienzo del pleno y después de tres meses esperándola, Sonia Sánchez Lumbreras presentaba su renuncia al acta. Cada uno es responsable de sus acciones y se define por lo que hace y cómo lo hace. Desde el grupo municipal socialista seguimos trabajando como hasta ahora por San Vicente, que es lo que hemos hecho siempre y es nuestro único objetivo», declaró Jose Luis Lorenzo, portavoz del PSOE.

El Partido Socialista de San Vicente lleva desde el 20 de noviembre, día en el que el exconcejal Manuel Martínez renunció a su acta, con un edil menos en sus filas y parece que esta situación va a continuar un mes más, hasta que el número 7 tome posesión en el pleno de marzo.

El próximo en la lista de los socialistas es Manuel Martínez Giménez, que ya fue concejal de Cultura con el gobierno de Francisco Canals y edil en la oposición durante el último mandato de la popular Luisa Pastor. Casualidades de la vida, el nombre y el primer apellido coinciden con el regidor que en noviembre renunció a su acta por discrepancias con el Villar y sus afines.

Asimismo, fuentes del PSOE apuntan que la redistribución del equipo de gobierno solo afectará a las áreas de Presidencia, Participación Ciudadana, Informática y Radio Municipal, ahora dirigidas por Asunción París. Así, Lorenzo continuará al frente de Recursos Humanos.