Un hombre deberá pagar una multa de 1.000 euros por dejar abandonado a su perro en plena vía pública. El animal fue encontrado por la Policía Local que localizaron al dueño porque contaba con el chip obligatorio. Los agentes descubrieron que había sido un vecino de Jumilla el que dejó en la calle a su animal y le impone una multa por ello.

Desde hace años, San Vicente del Raspeig lucha contra todo tipo de actitudes incívicas por parte de dueños de mascotas. El Ayuntamiento ha tratado de poner freno al descontrol de los animales de compañía y trata de evitar también que deposiciones y orines se dejen en la calle. Ello se refleja todas las semanas en las multas que se imponen a los vecinos sorprendidos por realizar alguna conducta incívica.

Esta semana ha sido paradigmática porque se han impuesto media docena de sanciones y una de las más elevadas de las que se imponen ha sido por el abandono del can. El propietario se deshizo de su mascota y la Policía Local lo encontró vagando en la calle Joaquín Blume. Con el agravante de que el animal es de una raza considerada potencialmente peligrosa, un American Staffordshire Bull Terrier.

Es una raza muy popular y de hecho, otras cinco multas impuestas ha sido a propietarios de canes de esta misma raza. El área de Sanidad que dirige la concejal Begoña Monllor ha sancionado a otro propietario, en este caso por doble motivo, le impone 600 euros por llevar al perro suelto y sin bozal y otros 800 euros por no tener en vigor la licencia del animal.

En otro caso, el propietario era reincidente y ya se le había impuesto una multa por dejar a su perro suelto y sin bozal. En esta ocasión, los agentes descubrieron al infractor con su animal en la céntrica plaza de Santa Faz.

Muy distinto al de otro dueño de un perro potencialmente peligroso que carecía de la licencia municipal y que ha reconocido su responsabilidad, pagado la sanción y dado de alta al animal.

Otra de las faltas que la Concejalía de Sanidad considera graves es la de no identificar al animal. Es el caso de la dueña de otro American Staffordshire que no pudo aportar la cartilla sanitaria del animal que carecía de calendario de vacunación. A esta mujer el Ayuntamiento le ha impuesto una sanción de 400 euros por no tener identificado a su perro a través del correspondiente microchip y con otros 300 euros por carecer de los mínimos controles sanitarios.

Otro caso curioso es la sanción impuesta a un propietario a quien se le escapó su animal. En este caso el perro no era de raza considerada peligrosa. El área de Sanidad le impone una multa de 400 euros y considera la infracción como grave por no impedir la escapada del perro en la carretera de Agost, que acabó cruzando el vial con el peligro para los conductores. El Consistorio también persigue a las personas que dan de comer a los animales en la vía pública. Esta semana ha puesto una sanción de 200 euros a una vecina por dejar alimentos a los animales en la rotonda de la calle Sagrat. En este caso la infracción se considera leve.