El Preventorio de Aigües ha sido el lugar ideal para simular un rescate tras un seísmo por el estado en el que se encuentra. El edificio se construyó en el siglo XIX y se concebió como un hotel. Ha sido balneario y durante la Guerra Civil se convirtió en un hospital para tuberculosos. Durante las últimas décadas ha sufrido un proceso de abandono y continuo deterioro por actos vandálicos. Entre sus instalaciones han realizado el simulacro de rescate tras un terremoto ocho bomberos del Consorcio Provincial que realizan prácticas reales con las que se preparan en caso de seísmo. «El Ayuntamiento de València tiene un grupo de rescate en seísmos y Alicante no lo tiene», lamenta Antonio Requena, quien señala que por ello se han puesto en contacto con los valencianos para aprender y realizar prácticas en conjunto. El Preventorio se ha utilizado como zona de prácticas para esa futura unidad. El equipo de desescombro utilizó diferentes técnicas de trabajo para penetrar en sus galerías, estancias y los numerosos agujeros naturales que hoy tiene. Requena explica que el trabajo de los bomberos generalmente se desarrolla en estructuras estables, todo lo contrario a lo que ocurre en un terremoto, donde no hay estabilidad. «Es importante aprender las técnicas para moverse por un edificio colapsado y saber localizar dónde están las personas». El Preventorio está actualmente muy afectado lo que ha ayudado a los bomberos a trabajar en condiciones reales en las que tenían a afianzar cada paso que daban. «Está tan mal que es una zona muy buena para hacer las prácticas», reconoce el profesional.