Las obras de remodelación del barrio Sagrada Familia se han reanudado después de que hayan permanecido paralizadas desde hace casi año y medio por la renuncia de la anterior adjudicataria. La Diputación ha desbloqueado por fin esta actuación tras subrogar la obra a una UTE, que será la encargada de ejecutar el grueso del proyecto, ya que únicamente se había desarrollado un 20% del total.

Las obras, valoradas en 326.000 euros, permanecían paradas desde octubre de 2016, salvo una pequeña intervención realizada en abril del pasado año para tapar zanjas abiertas en una calle, donde los vecinos denunciaban que llevaban con la acera levantada seis meses por la suspensión de las labores, tal y como informó este medio en su día.

La edil de Urbanismo, María Teresa Carbonell, celebró ayer que por fin se hayan retomado los trabajos, lamentando el enorme retraso que ha generado la renuncia de la anterior empresa, que se adjudicó la obra ofreciendo una rebaja del 27% sobre el presupuesto inicial, fijado en 450.000 euros. Los labores arrancaron en agosto de 2016, pero a los dos meses la empresa las paralizó al reclamar que había un sobrecoste en el proyecto, pese a la rebaja que ofertó. Al no aceptarse el sobrecoste, renunció al proyecto.

Carbonell destacó que durante estos meses el Ayuntamiento ha estado muy pendiente de esta situación, insistiendo a la Diputación, de quien depende la ejecución, para que desbloqueara la obra, y finalmente se ha logrado la solución administrativa más rápida pese al retraso acumulado, ya que al haber llegado a la ejecución del 20% de las obras se ha podido subrogar en otra empresa y no tener que sacar de nuevo a concurso el proyecto, lo que habría retrasado mucho más la reanudación de unos trabajos incluidos en el Plan de Obras de la Diputación de 2015 y que debían haberse terminado a finales de 2016.

Es más, cuando se produjo la paralización solo se había ejecutado el 16% de la obra, pero al acometer la actuación en la calle Artesà Gelador para acabar la acera en abril de 2017, se logró alcanzar el 20% para poder subrogar la licitación.

Aguas y aceras

El objetivo de esta actuación solicitada por el Consistorio a la Diputación es, por una parte, mejorar las redes de saneamiento y de agua potable, que están obsoletas, así como ganar espacio para los peatones en el barrio.

Las obras consisten en habilitar un ramal de saneamiento con origen en los colectores de fecales de las calles Font de la Pineta y Antoni Galiana i Moltó que, a través de la calle Corts Valencianes, atravesará los terrenos de la zona deportiva y sustituirá los actuales colectores obsoletos, configurando el colector básico de fecales al sur del barrio. Dicho colector, por cuya construcción empezó la empresa en 2016 junto a la Casa Geralda, tendrá un trazado compatible con las edificaciones planificadas en la zona deportiva y sustituirá a los actuales colectores, incompatibles con las mismas y escasos de capacidad hidráulica. El mencionado colector, proyectado a cota inferior que los actuales, capturará las acometidas domiciliarias, ramales actuales y desagüe del campo de fútbol.

En cuanto a las conducciones de agua potable, se proyectan tres tramos que tienen por objeto el mallado de la red de abastecimiento con las redes del entorno del barrio.

Respecto a las aceras, se prevé la demolición de los encintados actuales y del pavimento de las aceras, y su reconstrucción de acuerdo con las nuevas secciones viarias, así como el reasfaltado de las calles. Se estima que en tres o cuatro meses las obras estarán terminadas.