Vehículos híbridos contra las vibraciones que amenazan las viviendas del casco histórico de Sant Joan. El Ayuntamiento ha solicitado a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio la sustitución de los actuales autobuses por vehículos híbridos y eléctricos, para reducir así vibraciones y contaminación acústica y ambiental en el casco histórico, según han indicado desde Alcaldía. Esta petición se realiza tras alertar un informe municipal de que el paso de vehículos pesados por esta zona está afectando a la estructura de las viviendas, ya que provoca microfisuras en los inmuebles que pueden ocasionar desprendimientos.

Además, la Corporación santjoanera va a encargar un informe a la Universidad de Alicante (UA) para que recoja mediciones y compruebe el nivel de riesgo provocado por los vehículos en esta zona tan sensible del municipio: camiones, autobuses, furgonetas de reparto y vehículos privados.

Desde la concejalía de Mantenimiento y Obras se está estudiando además la posibilidad de utilizar en las próximas reformas de estas zonas del municipio firme fonoabsorbente y firme antivibratorio, como el que se utiliza en las autovías y autopistas a su paso por las zonas habitadas, para evitar en la medida de lo posible las molestias y riesgos a los vecinos.

Tras el informe de la arquitecta municipal en el que se alertaba sobre el riesgo de desprendimiento provocado por el paso de tráfico pesado en el casco histórico, el Ayuntamiento ha pedido a la Conselleria que «en el menor tiempo posible se exija a la concesionaria resultante de la próxima licitación de las líneas que pasan por el término municipal (23, 38, 31 y 54) que sustituya los vehículos por vehículos híbridos».

Movilidad sostenible

Esta es la línea de actuación, la movilidad sostenible y medioambientalmente responsable, que está potenciando la Conselleria con el transporte metropolitano y la intención del Ayuntamiento es intentar que esta transición tecnológica se materialice en las líneas de Sant Joan.

Tal y como publicó este medio a principios de mes, en informe municipal subraya la necesidad de peatonalizar la zona y eliminar los aparcamientos, por lo que la Corporación estudia las posibles opciones para evitar el peligro de derrumbe.

Según el documento municipal, «el paso rodado de vehículos pesados, incluso del autobús, genera varios problemas en las calles del casco antiguo, concretamente en las calles San José y Mayor». En concreto, el elevado peso de los automóviles produce vibraciones en la calzada que se transmiten a las cimentaciones de las viviendas que se levantan a ambos lados de las vías desde hace decenas de años. Esas vibraciones provocan microfisuras que a largo plazo producen desprendimientos en los revestimientos de fachada, tanto exteriores como interiores. Asimismo, el informe asegura que la contaminación que los coches producen en dicha zona «no se disipa a la misma velocidad que en calles más anchas». Igualmente también alertaba de que la contaminación sonora supera lo permitido por la legislación autonómica en una zona residencial.