El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha eliminado las escombreras ilegales que tenía registradas su término municipal con la retirada de 160.000 kilogramos de residuos. El área de Infraestructuras y Servicios Urbanos ha dejado el término sanvicentero «limpio de escombreras ilegales», según explicaron ayer desde el equipo de gobierno. Se han necesitado 30 horas de trabajo con maquinaria pesada y vehículos con sus respectivos equipos para llevar a cabo la eliminación de más de una veintena de puntos de vertidos incontrolados.
La concejal de Infraestructuras, Mariló Jordá (Guanyar), aseguró ayer que las escombreras ilegales son un grave problema ambiental y sanitario y reclamó la colaboración ciudadana para impedir nuevos vertidos. La edil destacó que «hay lugares autorizados para el depósito de este tipo de desechos y no debemos permitir que unos pocos dañen el medio ambiente y la imagen del municipio». En los puntos más conflictivos se han colocado piedras o barreras de tierra para impedir el acceso de las furgonetas con nuevos escombros.
Endurecimiento de sanciones
Jordá anunció que la nueva ordenanza reguladora del Servicio de Recogida y Transporte de Residuos Urbanos y Limpieza Viaria, actualmente en fase de consulta ciudadana, va a endurecer las sanciones por vertidos ilegales. Según la edil, los servicios municipales han detectado, documentado y cuantificado un aumento incontrolado de actos de incivismo e infracciones de las actuales ordenanzas municipales que regulan el tema y que exceden ampliamente el cumplimiento de cualquier norma de civismo, convivencia y respeto al prójimo que afectan tanto a todos los vecinos como a la propia imagen del municipio.
Productos tóxicos e incendios
En muchas de estas escombreras ilegales no sólo se vierten escombros, sino enseres, cristales, chatarra, restos de productos tóxicos y peligrosos como barnices, uralitas, aceites, restos de animales e incluso bolsas de basura, con el consiguiente riesgo para la fauna silvestre.
Además, las escombreras suponen un riesgo adicional de incendios. Muchos de los elementos que acaban sepultados en las escombreras como chatarra, maderas, plásticos o cartones, pueden reciclarse y los propios escombros, con un tratamiento adecuado, se convierten en áridos aptos para la construcción, según destacan desde el Consistorio.
