El tripartito de San Vicente del Raspeig ha presentado el borrador de los presupuestos municipales de 2018, unas cuentas que tienen el apoyo de los tres grupos que forman parte del equipo de gobierno -Partido Socialista, Guanyar y Compromís-, algo que quisieron dejar patente sus respectivos portavoces durante la rueda de prensa que se celebró ayer.

Pero lo más llamativo no es la buena sintonía entre los socios, sino que los últimos presupuestos que el tripartito de San Vicente del Raspeig podrá ejecutar en su totalidad antes de las elecciones municipales de 2019, carecen de proyectos novedosos de peso y se limitan a recoger las inversiones que el Ayuntamiento ha dejado sin ejecutar durante este año y que ya se plasmaron en los presupuestos del presente ejercicio, que está cerca de finalizar.

En concreto, el capítulo que recoge las inversiones reales que se supone que se materializarán en 2018 y cuya cuantía asciende a cerca de 4 millones de euros, incluye de nuevo una partida de 600.000 euros para la adquisición de viviendas que se destinarán a alquileres sociales. Así, todo apunta a que el presente año finalizará sin que el Ayuntamiento compre ningún inmueble para dicho fin y es que, cabe recordar que la primera convocatoria quedó desierta, ya que ni particulares, ni bancos, ni inmobiliarias ofrecieron sus casas. Ahora, con la segunda convocatoria en marcha, parece que el tripartito no las tiene todas consigo de conseguir esta iniciativa, razón por la que ha decidido volver a presupuestarla en 2018.

La elaboración del proyecto del nuevo pabellón deportivo, que también se incluía en las cuentas de este año, se vuelve a presupuestar para 2018 por un importe de 200.000 euros. Sin embargo, según el concejal de Hacienda, Alberto Bevià, «se contempla que las obras comiencen a finales del año que viene». Pero lo cierto es que en el presupuesto no se incluye ninguna partida que haga referencia al pago que los trabajos de construcción.

La reforma del auditorio municipal, que lleva cerrado desde hace tres meses a la espera de que comiencen las obras para su adaptación a la normativa de incendios, al reglamento de baja tensión y los trabajos de renovación de instalaciones de climatización, también se incluyen en el presupuesto de 2018 que ayer presentó el tripartito. 280.000 euros para unas obras que ya deberían de haber finalizado o, por lo menos, haber empezado.

Por otra parte, la reforma de las antiguas oficinas municipales para albergar la casa de asociaciones parece que se hará realidad el próximo año. Así, para este proyecto que el Ayuntamiento anunció en noviembre de 2016, se han presupuestado 565.000 euros.

Asimismo, el equipo de gobierno ha creado una partida con 500.000 euros para llevar a cabo mejoras en las instalaciones deportivas, si bien no se especifica si se podrá acometer el plan de mejora de las piscinas municipales, la quinta iniciativa más votada en los presupuestos municipales que también se tuvo que aparcar al no conseguir el Ayuntamiento una subvención de la Diputación.

En cuanto a las nuevas inversiones, destaca la aportación municipal de 207.000 euros para realizar actuaciones de rehabilitación en el barrio Santa Isabel, 25.000 euros para señalizar caminos, 120.000 euros para la urbanización del recinto anexo a la Policía Local y 80.000 euros para acometer obras cementerio.

Por su parte, el edil de Hacienda destacó que el gasto en Servicios Sociales aumenta en un 4,38% con respecto a 2017 y que la deuda del Ayuntamiento ha pasado de 12,5 millones de euros en 2014 a unos 800.000 euros.