El Auditorio de San Vicente del Raspeig se ha ido con la música a otra parte, pero sin rumbo. El establecimiento cultural lleva cerrado tres meses sin actividad. Cerrado a cal y canto pero no hay rastro de que hayan comenzado las obras que han motivado este cierre, mientras las musicales y teatrales y actos programados en esta sala se han tenido que desarrollar en otras instalaciones. El Auditorio está pendiente de las obras para su adaptación a la normativa de incendios, reglamento de baja tensión y renovación de instalaciones de climatización.

En agosto la Concejalía de Cultura advirtió a través de una carta a todas las entidades culturales del municipio que a partir del 1 de septiembre el Auditorio estaría cerrado hasta final de año. Se desviaba de esa forma toda la programación para permitir las obras.

Sin embargo, durante el mes de septiembre no hubo ni rastro de actividad porque estaba en marcha el proceso de contratación que se resolvió a mitad de mes y Cultura proyectó dos conciertos a final de mes allí.

El contrato se adjudicó a Movilfrío por un importe de algo más de 279.000 euros en la mesa de contratación del 19 de octubre y desde el Ayuntamiento apuntaban a noviembre como fecha de inicio de las obras, algo que no ha ocurrido.

«Esto es un perjuicio para las entidades y también para el conservatorio de música y danza que tiene clases y ensayos allí y no han podido usarlo desde septiembre», lamentaba el edil popular José Rafael Pascual. El grupo municipal popular que desde el primer momento ha sido muy crítico con este tema, rechaza el tiempo perdido. El edil Saturnino Álvarez va a interpelar al concejal de Cultura, Ramon Leyda, en el pleno del miércoles sobre por qué las entidades no han podido usar el Auditorio en este tiempo. Los populares denuncian que numerosas actividades se han tenido que hacer en otros locales y piden saber cuánto le cuesta esto al Ayuntamiento. Actos como la presentación de las Escuelas de Adultos de l'Alacantí, el homenaje al Bailarín, o el concierto del Mig Any han tenido que buscar alternativas al Auditorio.

El concejal de Cultura, Ramon Leyda, explicaba ayer que los plazos que ha dado la Concejalía de Urbanismo es que las obras comenzarán la semana próxima. Reconoce que actividades como la Semana Musical Lillo Cánovas que tradicionalmente se celebra en el Auditorio va a cambiar de escenario y señala que ya están cerrados los nuevos: el Paraninfo de la Universidad y el Cine La Esperanza y, apostilla, «será un éxito».