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Cuando San Vicente vivía de hacer muebles

La ebanistería y la venta de mobiliario fueron puntales que emplearon a cientos de sanvicenteros durante décadas en el siglo XX

Cuando San Vicente vivía de hacer muebles

El ferrocarril ayudó sobremanera a que sobre todo en Bilbao, Madrid o Castilla La Mancha estuvieran los principales compradores. Sin embargo, la que fue una gran industria que dio trabajo a cientos de sanvicenteros, casi 400 en la década de los 60, inició su decadencia en los 70 y languideció. Muchos aún recuerdan la ruta del mueble en la que se convirtió la calle Alicante ruta del mueble en las dos últimas décadas del siglo. El último bastión en caer fue muebles Rasa, característica por su enorme fachada, sus siete plantas y 11.000 metros cuadrados dedicados a la venta de muebles y que cerró sus puertas en 1996.

Un libro editado por el Cercle d'Estudis Sequet però Sanet ha estudiado el fenómeno de la ebanistería en el municipio. Repasa el surgimiento del que consideran, el sector industrial más importante de San Vicente durante buena parte del siglo XX. El libro «La industria del mueble en San Vicente del Raspeig. Auge y final de la ebanistería sanvicentera», está escrito por el doctor en Economía y exalcalde, Francisco Canals y se presentó el viernes ante más de un centenar de personas. Entre sus páginas también hay numerosos anuncios de estas empresas y fotografías para el recuerdo como la de los jóvenes aprendices. Chavales como Juan y Manuel Fuentes, en una imagen de 1958, son el ejemplo de un sector en el que se empezaba entre los 9 y los 12 años. «El aprendizaje era una auténtica escuela de formación, tanto en la fabricación del mueble como en hábitos de atención, destreza, paciencia, voluntad y buen hacer», destaca Canals.

La industria del mueble empezó a desarrollarse en San Vicente en la década de los 20. En 1924 el municipio contaba con 4.500 habitantes de los que 93 eran ebanistas y carpinteros, había 15 carpinterías y ebanisterías, cinco fábricas de muebles y dos aserraderos. El sector crecía y pasaba de 161 obreros en 1940 a 222 trabajadores en 1950. En lo años 60 suma ya 383 trabajadores. Y es su época de mayor auge, porque a partir de ahí empieza la crisis más importante del sector, que ya antes había sufrido otras, la más grave tras el parón por la Guerra Civil.

Pero llegó su declive. Algunas de las causas se explican en un sector con empresas pequeñas, la falta de un proyecto cooperativo, una base artesanal de buenos muebles que no podían competir con los nuevos modelos y gustos; y el depender de otros para la comercialización.

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