La rehabilitación de los bloques 24 y 25 del barrio Santa Isabel de San Vicente del Raspeig debería de haber concluido a finales del mes de octubre, ya que se inició en enero y el plazo de ejecución es de nueve meses. Pero no ha sido así y parece que la finalización de las obras se dilatará un poco más. Y es que, la Junta de Gobierno Local ha aprobado iniciar los trámites para modificar el proyecto de actuación «en base a determinadas circunstancias detectadas durante la ejecución de las obras».
Así, la Concejalía de Urbanismo ha decidido efectuar una «suspensión parcial de las obras» al detectar una serie de fallos estructurales en el sótano del bloque 25, unos problemas que el Ayuntamiento desconocía cuando se iniciaron los trabajos de rehabilitación de las fachadas y elementos comunes de los dos edificios.
«El proyecto preveía patologías, pero se han detectado patologías mucho más generales. Es algo que puede suceder», explicó Mariló Jordá, edil de Urbanismo de San Vicente del Raspeig. Asimismo, la concejal de Guanyar recalcó que no hay peligro de que el edificio se derrumbe, pero que «son cuestiones que se tienen que solventar» porque «no vamos a dejarlo así».
En concreto, el proyecto de rehabilitación se tendrá que modificar para incluir la reforma de las vigas y pilares del sótano del bloque 25, ya que es necesario su refuerzo para evitar que se sigan deteriorando y que pueda afectar a la estabilidad del edificio. «No vamos a dejar el sótano así porque no se trata solo de hacer una actuación estética», argumentó la concejal de Urbanismo de San Vicente del Raspeig.
El importe previsto por el Consistorio para hacer frente a estos nuevos trabajos es de 60.000 euros, un coste que tendrá que añadirse al precio de adjudicación de las obras, que ascendía a un total de 686.413,09 euros. «Todavía no sabemos el precio, pero los técnicos estiman que será de 60.000 euros», ratificó Mariló Jordá, quien también manifestó que dicha cuantía «se tendrá que pactar con el constructor».
Asimismo, la concejal de Guanyar aseguró que «no se trata de sobrecostes» puesto que los trabajos de rehabilitación de los bloques 24 y 25 de Santa Isabel se adjudicaron a la empresa por un 35% menos del precio de licitación, que era de un total de 928.573,92 euros. «Además tenemos un margen del 10% por ley», argumentó Jordá.
Así, la regidora de Urbanismo ratificó que el arreglo estructural del sótano del bloque 25 no supondrá ningún desembolso extra para las arcas municipales y que estas obras «se siguen pagando a tres bandas».
Cabe recordar que la reforma de fachadas y elementos comunes de estos dos edificios del barrio Santa Isabel están sufragadas con fondos del Ministerio de Fomento, que aporta 263.376,51 euros, de la Conselleria, que invierte 138.800 euros y del Ayuntamiento de San Vicente, que con unos 390.000 euros es el organismo que más dinero aporta.
Por otra parte, Mariló Jordá no supo detallar la fecha en la que finalizarán las obras, si bien señaló que el Consistorio tiene de margen hasta el año que viene para justificar el gasto.
Recepción del dinero
Un año y cuatro meses después de la firma del convenio entre el Ayuntamiento de San Vicente y la Conselleria de Vivienda para la rehabilitación de los bloques 24 y 25 de Santa Isabel y diez meses después del inicio de las obras, el alcalde Jesús Villar se ha desplazado a València para firmar la recepción del dinero comprometido por el Ministerio (303.000 euros) y el Consell (168.000 euros).
El Partido Popular de San Vicente criticó que el alcalde haya ido a València «a hacerse la foto» para recibir la subvención de unas obras «que deberían de estar terminadas desde hace meses» y que no haya aprovechado su viaje para firmar el convenio que permitiría el inicio de la rehabilitación del bloque 21. «Exigimos al alcalde que se haga menos fotos y que se dedique a gestionar y a coordinar a sus concejales», añadieron desde el principal grupo de la oposición.
