Sesenta y cinco millones de años después, los dinosaurios regresan a Agost. En concreto uno, el lirainosaururs. La Agencia Valenciana de Turismo (AVT) va a instalar seis réplicas de dinosaurios a tamaño real y otros elementos de vallado y señalización interpretativa en seis municipios de la Comunidad que disponen de yacimientos paleontológicos, entre ellos en el Límit K/T de Agost. La exploración de este enclave único de la provincia de Alicante en 2004 permitió confirmar que un meteorito que cayó a miles de kilómetros de allí acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años, y con esta iniciativa se pretende poner en valor.
Estas réplicas se ubicarán en las poblaciones de la Comunidad con mayor riqueza de restos paleontológicos y el objetivo será reforzar más, si cabe, los escenarios y propiciar las escapadas de turismo paleontológico, según explicaron ayer desde la Agència Valenciana de Turisme. El yacimiento de Agost está en el kilómetro 9 de la CV-827, la antigua carretera a Castalla, y la réplica será un lirainosaururs de 8 metros.
Dependiendo de las condiciones de acceso de cada yacimiento, se ubicarán o bien en el propio yacimiento o en algún lugar turístico y emblemático de la localidad. Las réplicas, cuyo tamaño oscilará entre los 3 y 8 metros, se instalarán en los yacimientos de Agost, Ana de Cinctorres (Castellón), Vallivana de Morella (Castellón), la Badina de Bejís (Castellón), Corcolilla de Alpuente (Valencia) y Tambuc de Millares (Valencia), con una inversión de 202.208,85 euros.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, señaló ayer que «el objetivo es reforzar el atractivo de estos yacimientos que ya están puestos en valor turístico y aumentar las visitas. Queremos incorporar el turismo paleontológico entre los productos turísticos que caracterizan la oferta turística de la Comunidad, como un producto más que contribuya al desarrollo económico y social del interior valenciano».
Este yacimiento paleontológico quedó a la vista tras un corte en el terreno al construirse la carretera. Y un estudio en 2004 sobre estas rocas, en concreto una franja de dos o tres milímetros, del geólogo granadino Eustoquio Molina, permitió confirmar la extinción de los dinosaurios por un meteorito basándose en restos fósiles de animales marinos unicelulares. Aunque allí no se localizó ningún resto de dinosaurios, en breve sí que habrá una réplica en Agost.
