El incendio registrado en la noche del miércoles en la planta de residuos sólidos urbanos de Xixona quedó finalmente en un susto. Afectó a una superficie de unos 35 metros cuadrados y no se declaró dentro de uno de los vasos, sino entre dos de ellos, lo que facilitó las tareas de los bomberos y el personal del complejo al haber menos potencial combustible que pudiera arder en su entorno.

Según explicó ayer la alcaldesa, Isabel López, el incendio se declaró a las 21.20 horas del miércoles en una zona donde se había descargado madera triturada para su inspección, por causas que se investigan. Al lugar acudió una dotación con cuatro bomberos del Consorcio, la Policía Local y la Guardia Civil, así como la propia alcaldesa junto con el primer teniente de Alcaldía Ricardo Mira y la edil de Medio Ambiente María Victoria Sanz .

El siniestro se produjo entre las celdas 3 y 4 de la planta de Piedra Negra, lejos de la zona actual de vertido. Allí se había descargado la madera triturada para inspeccionar los residuos y asegurarse que estaba todo correcto antes de llevarlo al vaso, cuando empezó a arder.

El incendio quedó bajo control a las 22.30 horas, dándose por extinguido a las 23.15. Además, los operarios de la planta también colaboraron en las tareas con cuatro vehículos y se activó el protocolo de emergencias del complejo.

El siniestro se quedó finalmente en un pequeño fuego, de menor envergadura que el registrado el verano de 2016, cuando afectó a unos 80 metros cuadrados. Entonces se declaró dentro de la celda, tras una descarga de residuos voluminosos donde se sospechaba que había algún elemento inadecuado que provocó el fuego.