Primer «match ball» para la piscina cubierta de El Campello. El próximo jueves el equipo de gobierno lleva a pleno la aprobación definitiva del proyecto de explotación del complejo climatizado, para lo que necesita un respaldo del PP que ayer no estaba garantizado.

El cuatripartito ha rechazado parte de las alegaciones presentadas por los populares, a cuya consideración vinculó el PP en julio su apoyo final. De cualquier forma, el portavoz del PP Juanjo Berenguer manifestó ayer que aún no tenían claro el sentido del voto y que iban a estudiar el informe técnico que se ha elaborado sobre el proyecto de gestión, lamentando que se hayan rechazado la mayor parte de sus alegaciones. Precisamente este informe se ha redactado atendiendo en parte a una de sus alegaciones, en la que reclamaba expedientes internos de diversos departamentos municipales sobre el proyecto.

En este caso el escrito es del jefe de Fomento Económico, que viene a respaldar el plan de viabilidad económica realizado por una empresa externa, señalando que «puede aceptarse como hipótesis de partida para que se pueda obtener rentabilidad operativa en la gestión del complejo (...)», aunque el PP reclamaba también informes de otros departamentos.

Otra alegación que sí ha sido atendida era por la falta de publicidad del proceso, ampliándose el plazo de exposición siete días más. Pero en cambio no se ha procedido a desglosar los 600.000 euros que la empresa que se haga con la explotación tiene que invertir en equipamiento, argumentando que esto se hará en el pliego técnico, que será el siguiente paso junto con la salida a concurso de la gestión.

Tampoco se ha aceptado la petición de ampliar el periodo de concesión, fijado en 12 años, a 20 o 25 años, para facilitar la presentación de ofertas de empresas, aludiendo el Consistorio a una directiva europea que señala que la concesión debe limitarse para evitar «el cierre del mercado y la restricción de la competencia», salvo que sea necesaria una larga duración para rentabilizar las inversiones, algo que en este caso no pasa al estar ya construida la piscina. Otras alegaciones menores han llevado suerte dispar, siendo unas aceptadas y otras rechazadas.

Por su parte, desde el cuatripartito formado por Compromís, PSOE, Partido del Campello y el exedil de Demòcrates-Els Verds David Alavés, destacaron ayer que en la contestación a las alegaciones se han aclarado los puntos sobre los que tenía dudas el PP. El alcalde Benjamí Soler explicó ayer que «poca política se puede aplicar a un proyecto que viene de legislaturas anteriores y es una lástima que pase el tiempo y esté cerrada la piscina», por lo que espera que el PP apoye el proyecto de gestión para dar paso a la aprobación del pliego de condiciones y al concurso de licitación.

Cinco millones de euros

Esta infraestructura, que ha costado cinco millones de euros aportados por la Generalitat y que está finalizada desde hace más de un año, cuesta a las arcas municipales 4.500 euros al mes en mantenimiento. Y debía haber abierto sus puertas en 2011, pero sucesivos retrasos y contratiempos han llevado a que aún se desconozca cuándo se pondrá en marcha. El coste de explotación se estima en 800.000 euros al año, aunque sin pago alguno al Consistorio.

Hoy se abordará en comisión este tema, aunque es posible que hasta la votación del jueves el PP mantenga la incógnita sobre su postura. Hay que recordar que en el pleno de julio el PP permitió la aprobación provisional del proyecto «prestando» al equipo de gobierno dos votos para llegar a la mayoría absoluta de once concejales. Los otros cinco ediles populares se abstuvieron, para poder presentar alegaciones, al igual que los de Cs, mientras que los de EU votaron en contra. Solo el PP ha alegado al plan.