Un cuarto de hora o media hora de sueño que pierden es mucho para chavales de 11 a 16 años. Con esa premisa, padres de los 52 alumnos que cada día se desplazan en el autobús escolar hasta el instituto Haygón para dar las clases, llevan desde el año pasado exigiendo una modificación del horario del vehículo que les lleva hasta el centro. Los chavales deben levantarse alrededor de las seis de la mañana y los padres denuncian que les deja entre quince y veinte minutos antes de las ocho de la mañana, por lo que se ven obligados a esperar hasta el comienzo de las clases.

Los afectados son usuarios de la ruta 3 que se inicia en el Moralet a las siete menos cuarto de la mañana y recorre distintos puntos como la calle Lisa o Cuatro Caminos. «Las familias estamos muy cansadas y queremos recuperar el sueño que les falta a nuestros hijos», dice una madre que es a su vez presidenta de la asociación de vecinos Nuevo Moralet, María Medel.

La presidenta vecinal explica que este problema se lo han expuesto al director del Haygón y que se prolonga desde el curso pasado. Así que los padres también han recurrido a la concejal de Educación, Begoña Monllor, para que medie. La edil reconocía ayer que los estudiantes llegan muy pronto al instituto y lo achaca a los ajustes del principio de curso. La edil afirmó que tras hacer las gestiones con la inspección de Educación a partir del martes la ruta se va a retrasar y el autobús escolar iniciará diez minutos más tarde la recogida de estudiantes. En lugar de a las siete menos cuarto la primera parada se realizará a las siete menos cinco de la mañana.

Los padres por su parte consideran que «lo ideal sería un autobús para el Moralet y retrasar la ruta media hora en total, como estaba en 2015 cuando se inició», expone. De esta forma, reconocen que los chavales podrían tener un horario mejor y sobre todo, no tendrían que esperar veinte o veinticinco minutos hasta que empiecen las clases como denuncian que ocurre actualmente.